Los presupuestos regionales, a punto de cerrarse y pendientes del «sí» de Ciudadanos
La presidenta Díaz Ayuso salva el obstáculo del pin parental con una versión mejorada de la fórmula que ya usó en el pacto de investidura
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La negociación para conseguir unos presupuestos para la Comunidad de Madrid que se apliquen a lo que queda del año 2021 parece, por fin, bien encarrilada. Después de varias semanas de encuentros muy discretos, los tres partidos socios de investidura –PP, Ciudadanos y ... Vox– parecen más próximos que nunca de conseguir el acuerdo. Sin embargo, advierten desde el Gobierno, éste está «muy cerca, pero no está cerrado». Faltan por limar algunos flecos que tienen que ver con aspectos en los que Ciudadanos no está dispuesto a ceder y que son, aseguran a ABC, las últimas trabas para desbloquear los 22.500 millones de euros en torno a los cuales rondará el escenario presupuestario autonómico.
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El 25 de enero, hace ya 45 días, la presidenta Isabel Díaz Ayuso y el vicepresidente Ignacio Aguado comparecían juntos para anunciar que ya tenían proyecto de presupuestos. Pero ambos por sí solos carecían de suficiente fuerza parlamentaria para sacar adelante las cuentas públicas regionales: necesitaban 11 votos más para conseguir la ansiada mayoría que permita aprobar los presupuestos.
A tres bandas
Faltaba por conseguir una entente a tres bandas: la de los dos partidos que gobiernan con la de la fuerza que les apoyó para llegar al poder,Vox. Y ahí las cosas comenzaron a complicarse. De hecho, la formación que lidera en la región Rocío Monasterio pide lo mismo desde que llegó a la política madrileña. Primero, reducir el llamado «gasto político» o «superfluo». Vox presentó en febrero una proposición para disminuir diputados en la Asamblea y otros cargos públicos y ahorrar 15 millones de euros. Pero ni siquiera llegó a ser votada:PP, Cs y PSOE la ‘tumbaron’ en la Mesa del parlamento regional. También ha pedido duplicar las ayudas directas del Gobierno madrileño a la hostelería, hasta destinar 250 millones de euros «como mínimo». Esto, además de mantener la prometida rebaja fiscal, centra las peticiones económicas de la formación de Monasterio. Y ahí no parece haber trabas entre las tres partes en negociación.
El problema viene por otro aspecto: el pin parental. Una petición que Vox ya llevó a los acuerdos para la formación de Gobierno, en agosto de 2019, y Ayuso cambió por otra fórmula: dar más información a los padres antes de que matriculen a sus hijos sobre el tipo de actividades optativas o extraescolares que desarrolla cada centro. Esta solución permitió entonces que Vox dejara a un lado la cuestión del pin parental –«algo que no hizo ni en Murcia ni en Andalucía», destacan en el Gobierno de Madrid– y firmara el acuerdo para la gobernabilidad de la Comunidad.
Batalla de la opinión
Ahora, el pin ha resucitado en las reivindicaciones de Vox y Ayuso intenta sortearlo de nuevo mediante una versión perfeccionada de la solución que ya empleó en 2019. Un camino que Cs no ve claro. En la formación naranja quieren ganar la batalla de la opinión pública en este punto. Ya lo advertía la semana pasada Ignacio Aguado: «Mientras yo sea vicepresidente, no habrá pin parental».
Fuentes del Gobierno regional confirman a ABC que los presupuestos «están muy cerca de cerrarse, pero aún hay alguna distorsión». Y apuntan a Ciudadanos. Isabel Díaz Ayuso ha intervenido varias veces en las últimas semanas para «desatascar» aspectos concretos. Pero las mismas fuentes apuntan a que la formación naranja no está siendo receptiva a la necesidad de ceder para llegar a acuerdos : «Igual que ellos apretaban a Cifuentes cuando negociaban el presupuesto, deben entender que ahora Vox también lo haga».
Cuentas cuadradas
El consejero de Hacienda, Javier Fernández Lasquetty , ha cuadrado los números para intensificar las partidas de Sanidad, Educación, Políticas Sociales o Empleo, así como las ayudas a empresas. Cs quiere que se incluya en las cuentas su plan de rescate de 1.000 millones de euros, una de sus grandes bazas políticas de la legislatura. Por eso, urgen también a Vox para que ceda en la cuestión del pin, algo que tachan de «capricho ideológico».
Pero fuentes de Vox insisten en que siguen esperando: «No sabemos cuánto gasto político se admitirá reducir, ni si se va a asumir alguna medida para defender la libertad de los padres, porque de momento no tenemos respuesta por parte del Gobierno».
La cuestión de la reducción de cargos, indican en el Gobierno regional, «la abordaremos una vez se cuente con el apoyo a los presupuestos», no antes: «Ese es el compromiso de Ayuso».
No hay plazo para aprobar los presupuestos: en 2021 se están aplicando los de 2019, prorrogados ya por dos ejercicios. Aprobarlos «no es condición imprescindible» para recibir los fondos europeos de recuperación, pero «es importante tenerlos », reconocen en Sol.