El paro baja en el sector educativo... pero la huelga sigue

A la vista de los resultados del Ministerio de Trabajo, el desempleo viene descendiendo dentro de la comunidad madrileña, en mayor o menor medida, desde 2007. En ese ejercicio, 2007, y en el ámbito educativo, hubo 1.692 personas menos en paro que el ejercicio anterior. En septiembre de 2008 hubo 1.611 menos que en 2007; en 2009, 2.103 menos que en 2008; en 2010, 1.718 menos que en 2009 y en septiembre 2011, 2.610 menos que en el mismo mes de 2010.

Ayer, cuarta jornada de paro en los institutos públicos (las tres primeras fueron los días 20, 21 y 22 de septiembre), se repitió la guerra de cifras. Mientra la Consejería de Educación calculaba un seguimiento medio del 31 por ciento de la plantilla de funcionarios docentes, los sindicatos del sector —CC.OO., FETE-UGT, ANPE, CSIF y STEM—, lo elevaban al 71 por ciento. Una relativa normalidad fue la tónica del día. Los alumnos que no tenían profesor, permanecieron en el aula. Corrillos a la hora el recreo y caras de disgusto en los jóvenes del último curso de Bachillerato que, este año, se enfrentan a la Selectividad con pérdida de horas lectivas.

La noche anterior se produjeron encierros en algunos centros de Secundaria. La protesta, como se sabe, es por la ampliación en dos horas (de 18 a 20) del horario lectivo semanal. Según las normas de principio de curso, los funcionarios docentes tienen que estar esas dos horas más dando clase, lo que no modifica —ni amplía— su jornada laboral semanal, que se mantiene en 37,5 horas.

Los docentes consideran que con esta medida se va a contratar a menos profesores interinos y que, así, bajará la calidad de la enseñanza. Lo que denominan «recortes» —unos 80 millones de euros—, el Gobierno regional asegura que se destinará a otros gastos educativos ineludibles para la enseñanza pública, como el programa de bilingüismo, libros, transporte y becas.

En la cuarta jornada de paros —hoy es la quinta y hay otra convocada para el 20—, se ha dejado notar el cansancio de muchos profesores. «Creo que como no se abra un diálogo cuanto antes, esto va a ser un callejón sin salida» , se quejaba un jefe de estudios de un instituto de la zona norte de la capital. «Se nota ya el agotamiento y frustración. Cada jornada nos restan una media de cien euros de la nómina. ¡No sé hasta dónde quieren llegar los sindicatos y la consejera!», añadía uno de sus compañeros, también en servicios mínimos.

Los sindicatos del sector (CC.OO., FETE-UGT, ANPE, CSIF y STEMS) elevaron ayer el tono de las amenazas al plantear una posible huelga en toda la educación pública española, mientras que la Asociación Madrileña de Profesores Interinos sugirió un paro indefinido en la región. Por su parte, los sindicatos ANPE y CSIF querían que la Consejería de Educación convocase mesa sectorial para desbloquear el conflicto. «Querrán que, primero, se desconvoquen los paros», decía uno de los docentes en huelga.

Mientras, el Defensor del Menor, Arturo Canalda, alertaba sobre la «importante repercusión» de tantas jornadas de paro porque «lo más importante es el derecho a la educación, a recibir clase».