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El Palacio más constitucional

Construido por Sabatini siguiendo instrucciones de Carlos III, Godoy le dio nombre y fama. Ahora alberga el Centro de Estudios Constitucionales

SARA MEDIALDEA

Surgió por encargo de Carlos III, de la mano del genial Sabatini. Y ha albergado a personajes históricos de la talla del conde de Floridablanca , Godoy –que le dio su nombre– o el francés Murat, que instaló allí su Cuartel General. Ahora, este Palacio, vecino del Senado, alberga el Centro de Estudios Políticos y Constitucionales .

Como muchos otros tesoros desconocidos de Madrid, el Palacio de Godoy alberga en su interior mucho más de lo que su sobria fachada promete . Corría el año 1776, y Carlos III estaba embarcado en la remodelación del Palacio Real y todo su entorno. Es entonces cuando encarga a Sabatini que construya un palacio que sirva de residencia a su secretario de Estado, Grimaldi. Pero el inmueble no está listo hasta los tiempos de Carlos IV: es el conde de Floridablanca el que lo estrena.

Pero quien le da su nombre y buena parte de su prestancia es Godoy: es él quien encarga a los mejores artistas de la época la decoración y el mobiliario que enriquece el edificio, mucho del cual ha desaparecido. Nadie pudo, sin embargo, despojarle de su impresionante escalera , ni de los frescos que todavía hoy adornan sus techos. Algún investigador ha descubierto cartas de los pintores reclamando el pago de sus trabajos.

La primera impresión al entrar en Palacio la da la escalera monumental, de espectaculares dimensiones. No es la original que trazó Sabatini, pero su tamaño es tan grande que «casi se podría decir que es una escalera con palacio», bromea Goloria Gómez del Pulgar, jefe de la Biblioteca del Palacio de Godoy y cicerone de lujo en esta visita.

A Godoy le siguió en el uso del Palacio el francés Murat; y tras él, llegaron al edificio el Consejo del Almirantazgo, la Biblioteca Real –los libros se traían de Palacio por pasadizos subterráneos–, y los Ministerios de Gracia y Justicia, Guerra, Marina y Hacienda. El de Marina fue el último en marcharse, en 1929. En 1962 fue declarado Monumento Histórico-Artístico , y en 1975, se instaló el Instituto de Estudios Políticos.

Vestidor de reinas

El Palacio de Godoy fue vestidor de reinas: María Cristina salió de allí para convertirse en esposa de Alfonso XII, y Victoria Eugenia hizo lo propio el día de su boda con Alfonso XIII.

Muchas de sus riquezas han desaparecido con el paso del tiempo: el despacho del Príncipe de la Paz se llevó, íntegro, al Museo Naval; y el edificio sufrió una grave amputación en 1930, cuando se diseñó la calle Bailén. Pero aún quedan en su interior elementos de gran belleza. Como el salón rojo, que albergaba cuatro alegorías pintadas por Goya: la ciencia, la agricultura, el comercio y la industria, todas en el Museo del Prado salvo la primera, que se perdió.

Las efigies de esta sala son de Juan Gálvez . El techo de la secretaría, contigua al que fuera dormitorio de Godoy, está pintado al gusto etrusco: imitando telas, jarrones y flores. Otros techos reflejan decoraciones florales pompeyanas y balcones, a cordes con la teatralidad del siglo XVIII . Y aún hay un tercer techo a resaltar, con motivos chinescos y pájaros, que sugiere, por sus tonos claros, una posible zona de baños.

Hay partes del Palacio perdidas para siempre: el salón del rapto de Ganímedes , o el de los encajes, documentadas –con fotografías– en el interesante libro de Selina Blasco Castiñeyra sobre el Palacio y su historia.

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