El pacto PP-Vox puede dejar a Más Madrid fuera de la Mesa de la Asamblea

En ninguna norma está escrito que todos los partidos tengan que tener representación en el órgano que dirije la actividad parlamentaria, pero el color político de sus miembros refleja el rumbo por dónde puede discurrir la legislatura. Con el resultado de las elecciones sobre la mesa: al PP le corresponden cuatro puestos y tres a las formaciones de izquierda.

A priori, todos los datos apuntan a un acuerdo entre el Partido Popular y Vox para hacerse con cinco de los siete puestos. Si éste se produce, los dos puestos restantes quedarían al albur de un acuerdo entre las tres formaciones de izquierda: Más Madrid, PSOE y Podemos. Pero las relaciones entre estos tres partidos son, cuanto menos, delicadas. Más Madrid ha arrebatado el liderazgo al PSOE y se ha alejado de Podemos, que, a su vez, mantiene un acuerdo de gobierno a nivel nacional con Pedro Sánchez. Si PSOE y Podemos reproducen a nivel regional el pacto nacional, podrían arrebatar al partido de Errejón los dos puestos en la Mesa que le corresponden y dejar a la jefa de la oposición, Mónica García, sin representación.

En lo que se refiere a la negociación entre el PP y Vox, Díaz Ayuso ya ha afirmado que hay que ser «generosos» con la formación de Abascal, pero que sería «demasiado» la Presidencia de la Asamblea. Vox ha ofrecido sus votos para que la candidata popular sea elegida en primera votación por mayoría absoluta, independientemente de lo que le pueda ofrecer. Las fuentes populares consultadas por ABC subrayan que «no hay mayor generosidad que trabajar para propiciar que un grupo que no tiene posibilidad de entrar en la Mesa de la Asamblea pueda estar».

Las conversaciones todavía no han comenzado y se espera mantener un primer contacto la próxima semana. El objetivo es que Vox pueda tener un puesto en la Mesa. La Presidencia está garantizada para el PP porque en primera votación, si no hay acuerdo entre populares y Vox y no se consigue la mayoría absoluta, en segunda votación solo pasarían los candidatos populares y el de la izquierda. Es impensable que Vox apoyara a un candidato de izquierdas.

El pacto PP-Vox , que posibilitaría un representante en la Mesa para la lista de Rocío Monasterio, dejaría a la izquierda con uno menos, solo dos que, a priori, serían para Más Madrid. Pero podría producirse una carambola inesperada y es que el PSOE y Podemos sellen una alianza y se queden con estos dos puestos, en perjuicio de Mónica García, la candidata revelación en las pasadas elecciones autonómicas.

Desde Más Madrid admiten a este periódico que ciertamente esta formación política puede quedarse sin representación, pero destacan la «fantástica relación» que mantuvieron la anterior legislatura con el PSOE. Aunque admiten que esta buena sintonía venía dada por «la personalidad de Gabilondo». Sin embargo, la situación ahora es distinta. La dimisión del candidato socialista, tras la debacle electoral, deja provisionalmente el grupo parlamentario en manos de Hana Jalloul, la número dos de la lista socialista.

El partido de Errejón no cree que las tensiones evidentes que mantienen socialistas y Podemos en el Gobierno de la Nación se puedan trasladar a la Comunidad de Madrid. En este sentido, subrayan que, «ante un Gobierno tan duro como va a ser el de Isabel Díaz Ayuso, las tres izquierdas nos tenemos que poner de acuerdo» .

Más Madrid recuerda que en la anterior legislatura el Grupo Popular pactó con Vox y les dejaron fuera de la Mesa de la Asamblea. Ellos esperan que esa fórmula no se repita, esta vez de manos de formaciones de izquierda.

Después de la batalla por los puestos en la Mesa llegará la que afecta a las presidencias de las comisiones. Los populares esperan que el partido de Abascal no reproduzca el comportamiento de la anterior legislatura , cuando no quiso ocupar ninguna presidencia, ni vicepresidencias. Solamente, antes de la disolución de la Cámara, accedió a la cesión que le hizo el PP en la comisión de Estudios de la Natalidad. La disposición de Vox a colaborar en esta legislatura se podría traducir en levantar su veto a negociar los puestos clave en el trabajo de las comisiones.