Así era el «modus operandi» de la banda criminal de iraníes y paquistaníes que simulaban ser policías

El grupo daba el alto a sus víctimas en vías rápidas como la R-2, R-3 y A-4 para que detuvieran sus coches en el arcén. Las actuaciones fraudulentas tenían lugar a plena luz del día.

Con el fin de evitar sospechas entre sus víctimas, mostraban las supuestas identificaciones de forma apresurada y siempre a través del cristal de la ventanilla.

Bajo el pretexto de buscar droga o billetes falsos, se apoderaban de las carteras. A continuación, a través del tirón sustraían joyas, relojes y otros objetos de diverso valor.

Emprendían la fuga en coches antiguos de gran cilindrada que habían alquilado previamente en España. Evitaban usar vehículos robados para no levantar más sospechas.