Metro estudia cerrar a las 3.30 horas por el colapso del Mad Cool

El Consorcio de Transportes se reúne con los promotores para solucionar «la falta de movilidad»

Montaje del Mad Cool, en terrenos próximos a Ifema ISABEL PERMUY

06/07/2018 a las 03:07h.

Con todo el papel vendido, Mad Cool tiene un problema : muchos de los 80.000 espectadores que pasarán cada día por el festival no tienen garantizado el camino de vuelta a casa. Los taxis, vehículos VTC y el servicio nocturno de autobuses lanzadera ... que la organización ha dispuesto – desde la avenida de las Fuerzas Armadas hasta la plaza de Colón– se antoja, a todas luces, insuficiente. Tampoco el parking habilitado tiene capacidad suficiente, ni supone una opción viable para gran parte del público. A solo una semana del pistoletazo de salida, las alarmas se han disparado . Este viernes, Comunidad de Madrid, Ayuntamiento y los promotores del evento mantendrán una reunión a tres bandas, en la que todos esperan lograr el desbloqueo de la situación. Sobre la mesa, una propuesta gana fuerza: ampliar el servicio de Metro y repartir costes, aunque en desigual proporción.

En el encuentro, convocado a petición de la consejera de Transportes, Rosalía Gonzalo, se debatirá un plan inicial consistente en abrir la línea 8 del suburbano –que conecta las estaciones de Feria de Madrid y Nuevos Ministerios– hasta las 3.30 horas , lo que supondría un desembolso extra de 180.000 euros . El reparto de los costes es, precisamente, uno de los principales escollos que deberán sortear los actores implicados. El Ayuntamiento ve con buenos ojos que los organizadores de Mad Cool asuman el 50%, mientras que la otra mitad sería aportada a partes iguales por las dos administraciones. «La postura es totalmente abierta y el clima de negociación es bueno ; vamos a confiar en que se alcance un acuerdo satisfactorio para todos», precisaron ayer a ABC fuentes municipales.

Pese a que desde la Comunidad prefieren no descubrir sus cartas de cara a la reunión, lo que sí consideran es que la falta de planificación del Gobierno de Manuela Carmena ha motivado la actual encrucijada. El hecho de que el Ayuntamiento autorizase un macrofestival «sin garantizar la movilidad» , provocó que el pasado 25 de junio la corporación local enviase una carta al Gobierno regional, instándole a la citada ampliación de la línea 8. Una petición de socorro que ponía el foco en las 4.30 horas, coincidiendo con la finalización de cada una de las tres jornadas. Choca, por tanto, que la idea manejada de alargar el servicio de Metro no abarque la franja de tiempo más crítica.

En ese sentido, el Ayuntamiento estima que no todos los asistentes permanecerán hasta el cierre; y, que en caso de hacerlo, deberán esperar hasta las 6.00 horas para coger el primer tren del día. Aunque desde la Comunidad aseguran que la pelota está en el tejado del Consistorio, la delegada de Medio Ambiente y Movilidad, Inés Sabanés, afirmó que la competencia del transporte público en el Mad Cool afecta «fundamentalmente» al Consorcio Regional de Transportes.

Valoración del evento

La tercera pieza de la ecuación, los impulsores del festival, creen que «entre todos» se buscará la mejor de las opciones. «Tenemos claro que Mad Cool es un gran evento cultural y musical para Madrid y así lo han entendido las dos administraciones, con las cuales siempre hemos mantenido una magnifica relación de colaboración y apoyo », subraya un portavoz.

La consideración del evento es otro de los puntos calientes de la negociación. Por un lado, los promotores y el Ayuntamiento valoran que, más allá de ser un espectáculo privado, la repercusión del mismo tiene un impacto en la ciudad «a nivel de posicionamiento internacional» y «un retorno económico», que los organizadores estiman este año en más de 50 millones de euros . Este argumento es la principal punta de lanza para exigir al Consorcio la ampliación del suburbano. Sin embargo, fuentes de la Consejería de Transportes, inciden en que se trata de un evento privado, que el Ayuntamiento autorizó «sin exigir las responsabilidades necesarias para no comprometer la movilidad».