De Madrid a las estrellas
Sus edificios son joyas arquitectónicas tan importantes como la colección que acoge. Se trata del Observatorio Astronómico Nacional que, con sus más de doscientos años, guarda también evocadores instrumentos meteorológicos, náuticos y geofísicos
MADRID. En 1785, el célebre marino Jorge Juan expuso a Carlos III la idea de establecer un centro dedicado a la geografía astronómica. Cinco años después, Juan de Villanueva comienza a levantar el primer observatorio astronómico de Madrid sobre una pequeña colina junto al Parque ... del Retiro. Paralelamente, y ante la carencia de tradición astrónomica en España, se encarga al científico W. Herschel la construcción de un telescopio reflector.
Este proyecto, que comienza con gran ímpetu, vive su primer gran contratiempo con la guerra contra los franceses, que acaba con equipos, libros y hasta con el bello edificio dieciochesco diseñado por Villanueva.
Tras la contienda, el Observatorio reanuda sus actividades y en 1846 el edificio ya está terminado. A partir de entonces, y dependiendo directamente de la Corona, comienzan a instalarse equipos, como el famoso círculo meridiano de Repsold, espectacular telescopio creado en 1853 para medir las posiciones de las estrellas, y el anteojo ecuatorial Grubb. Se suceden investigaciones en todos los campos de la Astronomía y ciencias afines y el Observatorio es el encargado, entre otros, de la conservación oficial de la Hora y de realizar trabajos de meteorología.
De la Corona al Estado
Con la llegada del siglo XX, deja de depender de la Corona para pasar al entonces Instituto Geográfico y Estadístico. Comienza una etapa de modernización y expansión y en 1970 se crean el Centro Astronómico de Yebes (Guadalajara) y la Estación de Observación de Calar Alto (Almería), todas dependientes hoy del Instituto Geográfico Nacional del Ministerio de Fomento.
Desde entonces, este centro abandona la observación para acoger investigadores y una rica colección de instrumentos topográficos, geodésicos, astronómicos, meteorológicos, cartográficos, náuticos y geofísicos en sus dos inmuebles. Por ejemplo, el edificio Villanueva acoge una biblioteca con solera que cuenta con anuarios de toda Europa desde 1800. También aquí se exponen los instrumentos antiguos más destacados, como el círculo meridiano, una colección de relojes de precisión y un espejo de bronce pulido por W. Herschel, de 1796. Además, un péndulo de Foucault en la rotonda central ilustra la rotación diaria de la Tierra.
Las viviendas de los astrónomos
Este edificio, coronado por el gran telescopio ecuatorial de Grubb de 1912, acogía las antiguas viviendas de los astrónomos. En la actualidad se encuentra en proceso de remodelación y sólo se puede visitar los viernes previa cita. Sin embargo, la página web www.oan.es permite realizar un recorrido virtual para conocer todos los instrumentos del Observatorio. Y es que los fondos de esta rica colección incluyen más de 300 brújulas, 100 teodolitos y taquímetros, un centenar de niveles y heliotropos, telescopios newtonianos y gregorianos de finales del XVIII, esferas lunares de 1800, sextantes, astrolabios y cronómetros de marina.
El otro edificio, que no acoge ya ninguna colección, era conocido como el del Sol por estar coronado por dos cúpulas. En ellas se situaban dos grandes telescopios de Grubb destinados a la observación solar, algo que ahora realizan los científicos desde sus puestos de Guadalajara y Almería.
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