«Gran Hermano» entra en el taxi

Estas, junto a la formación en seguridad y autoprotección en la Academia de Policía de la región a los conductores que lo deseen, son las principales novedad del protocolo de colaboración para la mejora integral de la seguridad en el sector, rubricado ayer en la Real Casa de Correos por la presidenta regional, Esperanza Aguirre y por las dos asociaciones mayoritarias del sector: la Gremial y la Federación Profesional.

La declaración de intenciones de ayer, que se concretará más detalladamente en el convenio que se firmará en el plazo de un mes, obedece al compromiso adquirido hace poco más de un año entre la administración regional y los portavoces de los taxistas de la región, a raíz del brutal asesinato de un profesional del volante en un atraco.

Compromiso tras el último crimen

Como se recordará, la víctima, Daniel Ángel Aguilera, de 45 años y nacionalidad argentina, fue apuñalada hasta la muerte en su propio coche, en el distrito de Hortaleza. El botín no superó los 50 euros y el autor, un ciudadano brasileño de 22 años, se entregó una semana después en comisaría.

Ante este hecho, el gremio, que aglutina a más de 16.000 vehículos en la región, volvió a exigir más medidas para frenar atracos y agresiones con el fin de minimizar las situaciones de riesgo. En esta línea, una de sus exigencias fue la instalación de cámaras.

No obstante, falta por concretar, entre otros aspectos, qué empresa será la que recibirá las imágenes y hará de filtro antes de enviarlas al 112 (que recibe más de 25.000 falsas alarmas al año); quién las gestionará hasta que se destruyan y el coste final del dispositivo, que ronda los 600 euros por vehículo, así como otros flecos que quedarán plasmados en el convenio. Con todo, el Gobierno regional prevé aprobar en el próximo Consejo de Gobierno una partida inicial de 370.000 euros destinados a subvencionar las cámaras a los taxistas que lo soliciten.

Falta por ver el monto final de la ayuda que recibirá cada vehículo, ya que irá en función del número de peticiones. No obstante, no se descarta ampliar la partida presupuestaria, en caso de ser necesario.

Otro aspecto a tener en cuenta es que el vehículo dotado de cámara llevará, obligatoriamente, una pegatina o un distintivo en el exterior para que el cliente esté informado y tenga conocimiento de que puede ser grabado.

La filmación no podrá ser difundida y solo será remitida a los jueces o a la Policía si así lo determinan con el fin de esclarecer algún delito, tal y como establece la ley orgánica de Protección de Datos. Finalmente, se destruirían.

Las imágenes no suponen ningún problema, en principio, ya que la Comunidad ha estado en contacto con la Agencia de Protección de datos para concretar dicho asunto, un extremo que ha dilatado la firma del protocolo, precisaron fuentes de la Consejería de Interior.

«La videovigilancia podría funcionar de dos formas, nada más arrancar el taxímetro o cuando el profesional active la alarma expresamente. Y, llevaría dos cámaras, una a cada lado del retrovisor interior», precisó el presidente de la Federación Profesional del Taxi, Mariano Sánchez López.

La videovigilancia no sería la única medida que contempla el protocolo para aumentar o mejorar la seguridad. Habría otras. Una de ellas sería ampliar el sistema de localización, alerta y seguimiento del taxi, a través del 112, basado en la tecnología GPS, implantado por el Gobierno regional en 1999 y que emplean más de 5.000 vehículos. Un dispositivo que, como ya se ha dicho, servirá de complemento al nuevo, enviando imágenes UTMS.

La presidenta regional recalcó que la Comunidad se compromete en este plan integral a «subvencionar las mejoras de los dispositivos de alarma o localizaciones por móviles, que redunden en una mayor seguridad para los taxistas como es el caso de las cámaras, que permiten verificar la situación atendiendo a las imágenes», precisó. «Ejercen una profesión muy dura que deja a los trabajadores, que llevan dinero, indefensos, ya que no cuentan con sistemas eficaces de autoprotección».

El presidente de la Gremial del Taxi, José Antonio Parrondo, subrayó la importancia de las ayudas y el hecho de que los taxistas sean parte activa en el protocolo de seguridad. No se olvidó, como su homólogo, de las mamparas, uno de los instrumentos de protección más eficaces, a su juicio, que deben seguir en funcionamiento, pues son un añadido más. No obstante, recordó que habría que homologar un vehículo más grande, cuestión que compete al Ayuntamiento de Madrid.