Golpes, gritos y burlas: crueldad y posibles torturas contra animales en un laboratorio de experimentación

La cinta –que fue grabada entre 2018 y 2020 en las instalaciones de Vivotecnia , una empresa de toxicología y seguridad farmacológica que se dedica a hacer investigaciones por contrato para productos de la industria cosmética, química y sanitaria – ha llevado a la Comunidad de Madrid a realizar una inspección que se ha saldado con la suspensión de la actividad investigadora del laboratorio . La Consejería de Medio Ambiente, Ordenación del Territorio y Sostenibilidad también ha prohibido que realicen nuevos proyectos con animales al «constatar indicios de maltrato ».

Los animalistas vienen concentrándose desde hace días en las puertas del centro para reclamar su inmediato cierre. «Hace unos días nos enteramos del posible caso de maltrato animal y desde el minuto uno desde la Dirección General de Derechos de los Animales nos pusimos a trabajar en colaboración con la entidad denunciante , las administraciones competentes, la Comunidad de Madrid, y con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, el Seprona, para esclarecer los hechos», ha señalado el director del órgano, Sergio Torres , en un vídeo difundido a través de las redes sociales.

Ahora mismo se trabaja en sacar a los animales de las instalaciones y trasladarlos a centros de acogida para, previsiblemente, su posterior adopción. «Se les dará ubicación en un espacio de protección animal que cumpla con las necesidades y requerimentos de bioseguridad que van a necesitar», ha continuado Torres.

Frente a las instalaciones, los activistas han denunciado el «desfase» de la ley de protección animal, que está «obsoleta». «Si queremos una sociedad mejor necesitamos conocernos en nuestra parte animal. Si protegemos el vínculo con los animales, protegeremos en última instancia a toda la humanidad», han declarado, al lado de una pancarta en la que se puede leer « Vivotecnia explota y tortura » y mientras lanzaban gritos de «asesinos» y «torturadores». Varias entidades, entre ellas Pacma, Santuario Vegan, Salvando Peludos y el Centro Rainfer, han interpuesto ya una querella contra el laboratorio de experimentación. La Fiscalía de Medio Ambiente ya ha abierto una investigación para esclarecer el caso.

«Deja que se rompa la columna vertebral , no importa», le dice un empleado a otro mientras zarandea un conejo, tal y como puede oírse en el vídeo de poco más de ocho minutos. « Muérete », gritan a otro animal. Las imágenes revelan, más allá de los insultos, la mala praxis con la que trabajaban algunos de los empleados, que estarían vulnerando las leyes españolas y europeas de protección animal , tal y como denuncia la organización que ha llevado a cabo la investigación.

A los animales –entre los que hay perros, monos, conejos, cerdos y ratones– les extraen sangre de los ojos sin aparente anestesia , mientras se retuercen de dolor. No parecen importarles sus gritos. «¿Por qué tienes que matarlos?», pregunta en un instante un trabajador a otro en referencia a unos ratones. El interlocutor no duda en responder: « Simplemente porque hay muchos ». También piden que se les haga una foto para Instagram y se jactan de cogerlos con una mano, simulando hacer pesas. Pero la crueldad llega a su punto álgido en el minuto seis. Ese es el momento en el que se ve cómo cuelgan de las patas traseras con una cadena a un perro , que se queda boca abajo mientras se desangra por el cuello.

El Gobierno regional abrió un procedimiento tras tener conocimiento del vídeo en el que, afirman, «ponen de manifiesto conductas que supondrían una infracción muy grave de la normativa que regula el uso de animales de experimentación en este laboratorio de ensayos clínicos». Los hechos ya han sido puestos en conocimiento del Seprona y se continúa investigando por si es necesario abrir diligencias y trasladarlas a un juzgado . Los animales han quedado bajo el cuidado y supervisión constante de la Comunidad de Madrid y de un veterinario .

La empresa , por su parte, afirma que se tomarán medidas y depurarán responsabilidades . El fundador, Andres König, dice que ha visto las imágenes «con mucha preocupación», que «no representan la realidad del día a día» y que van contra «los protocolos escritos de la compañía y que todo el personal debe respetar». Para ello, ha solicitado a la autoridad competente una inspección voluntaria , extremo que la Comunidad ya ha realizado.