Exconcejales de Carmena y cargos de Podemos se suman a una plataforma «contra la derecha neoliberal»

La cita ha comenzado esta mañana en el salón de actos del Ateneo de Madrid, con la bienvenida de dos de sus miembros de la junta de gobierno José Antonio García Regueiro (letrado del Tribunal de Cuentas) y el bibliotecario Pedro López Arriba, este último expresidente de la sociedad ateneísta. Una entidad que, desde hace ya bastantes años, se ha situado ideológicamente en la izquierda y que ahora preside el sociólogo Luis Arroyo.

Unas 200 personas se han dado cita, entre las que destacan el exconcejal de Economía y Hacienda y de los distritos de Vicálvaro y Latina en el gobierno de Manuela Carmena (Ahora Madrid), Carlos Sánchez Mato (actual asesor en materia económica del grupo parlamentario de Unidas Podemosen el Congreso y del Ministerio de Igualdad); la coportavoz en la Asamblea de la formación morada, Alejandra Jacinto; la exresponsable de los distritos de Tetuán y Moncloa-Aravaca, Montserrat Galcerán; la de Usera y Arganzuela, Rommy Arce (de Anticapitalistas); el de Villaverde y Fuencarral-El Pardo, Guillermo Zapata, y otros nombres ligados al área más radical y desdeñada por la propia Carmena durante sus cuatro años de mandato (2015-2019).

Pensar Madrid ha congregado a personas variopintas, de edad más madura que los del 15-M (han pasado diez años) y con un discurso aparentemente menos radical. Y, ojo, en su alocución de presentación han asegurado que no buscan «ser una emboscada para una candidatura municipalista» de cara a los comicios locales de 2023 . Sin embargo, en ciertos círculos se les relaciona con el proyecto de la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz , una de las más emergentes del Gobierno de la Nación.

El discurso inicial ha tenido numerosos tintes épicos («No hay política sin emoción ni razón», «Somos mejores cuando somos distintos») y parte de que el 15-M nació durante «una crisis financiera que mutó en crisis social y luego en crisis política».

Ahora, cuando la pandemia ha dado un respiro, creen que es el momento de volver a la carga, contra «esa libertad individualista y ciega» , que, dicen, impera en Madrid, en referencia al Gobierno autonómico de Isabel Díaz Ayuso (PP).

Se han hecho referencias a la violencia de género, a la ejercida contra el colectivo LGTBI, a la carestía de la vivienda y a quienes no les llega el sueldo para comer. «A la derecha y a la extrema derecha no les gustaron las experiencias de ayuda colectiva durante la pandemia», ha insistido uno de los portavoces, que ha tildado de «libertad de brillantina» al «espectro neoliberal» que, según ellos, gobierna Madrid.

Ese discurso es el que se ha repetido en la majestuosa sala principal de Ateneo (lugar clave en la organización del 15-M): «La derecha y la extrema derecha quieren convertir Madrid en un patio elitista». Y ellos llegan, aseguran, para todo lo contrario, con la «necesidad de un punto de encuentro, de diálogo y ser semilla antes que fruto» , han dicho, en un discurso en el que no ha faltado el famoso verso machadiano «Se hace camino al andar».

Luego, los asistentes se han dividido en diversos grupos en salas distintas para debatir propuestas y, más tarde, hacerlo por parejas, en lo que ha recordado, esta vez sí, a aquellas asambleas largas y filosóficas que se montaban en la acampada de la Puerta del Sol de hace diez años : mayor colaboración entre personas individuales, entre colectivos sociales, entre partidos políticos... Incluso se ha utilizado una aplicación en el móvil para definir cada uno tres estados de ánimo que sintiera en ese momento. Uno de los más repetidos era «cansado».

Se definen como una corriente «heterogénea, de distintas sensibilidades políticas y de pensamiento», aunque el fondo de la iniciativa es crear una discurso de izquierdas más radical en su contenido y menos en sus formas.

Revolucionarios, sí, pero más viejos y menos naíf.