El Calderón se derribará tras el verano manteniendo la tribuna

En estos momentos está pendiente de aprobarse el proyecto de urbanización de la zona y el de reparcelación, por lo que los trabajos de «tramitación urbanística» y la ejecución física de esas obras se van a ir «solapando».

El plan de viabilidad de demolición establece que la tribuna principal del estadio , la que está encima de la M-30, será la última en derribarse . No se tocará y no se verá afectada hasta que no se haya desaparecido el resto de la «u» contraria. Los trabajos se van a realizar con máquinas «mordedoras» de hormigón. Se descartan las voladuras con dinamita debido a la cercanía de viviendas y los túneles de Calle 30. Cuando sólo quede la grada principal, por el hueco libre se desviaría la M-30, de Pirámides al paseo de los Melancólicos. Los estudios preliminares encargados sobre cómo acometer la demolición del estadio aconsejan la retirada paulatina por zonas, indicando que es «lo más optimo» para que el impacto sobre el tráfico de vehículos sea menor y también para el vecindario. Los plazos de ejecución de las obras dependen de las licencias que vaya otorgando el Ayuntamiento.

En el Pleno extraordinario que se celebró en diciembre para subsanar el error puntual sobre el proyecto de Mahou-Calderón –que le devolvió el Gobierno de Cristina Cifuentes–, el delegado Calvo indicó que las obras de derribo comenzarían en verano . De no dar tiempo a tramitar la licencia se pospondría hasta el verano de 2019 el «grueso del trabajo», aunque sí se podrían hacer «trabajos de derribo de otros elementos».

El Pleno aprobó en septiembre la modificación del plan general que permitirá la puesta en marcha de la operación. La zona del estadio Vicente Calderón acogerá más zonas verdes, edificios con una media de 8 alturas en lugar de 20, y en el que la principal diferencia sobre el plan anterior es que la M-30 no se soterrará, sino que se cubrirá.