La agresiva actitud de una joven en una fiesta ilegal con la Policía y sus amigas: «¡Zorras, guarras, traidoras!»
Los agentes detuvieron a nueve de las 14 personas que había en la vivienda, en el Barrio de Salamanca, entre ellas la cabecilla. Amenazó a los agentes con dejarles sin placa porque es «letrada y jurista»
No fue una intervención normal. La agresividad verbal de una de las nueve personas detenidas en un piso turístico en el Barrio de Salamanca superó todos los límites. Tanto contra los agentes como con parte de sus compañeras de farra. Ocurrió la madrugada del ... 21 de marzo, en una vivienda de la calle de Lagasca, 18.
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Era la una menos diez cuando la Policía Nacional se personó en el lugar, puesto que el vecino de abajo llevaba días sufriendo un calvario. Relató a los agentes que sus ‘vecinos’ llevaban tres o cuatro noches de fiesta y que no conseguían pegar ojo, «a consecuencia de la música, gritos y ruido». Es más, la esposa del vecino sufre de migrañas y les tenían hartos el trasiego de personas. «Esto es insoportable, estamos desesperados» , manifestaron a los agentes. El día antes ya habían avisado a la Policía sin conseguir nada.
Desobediencia grave
Los uniformados subieron al domicilio en cuestión y comprobaron, desde fuera, el enorme jaleo, aderezado con «risas continuas». El atestado señala que «a simple vista se trata de un piso turístico de los que habitualmente se alquila a jóvenes para celebrar fiestas», incumpliendo así la normativa Covid.
La patrulla llamaron varias veces al timbre, sin respuesta. Hasta que gritaron: «¡Policía! ¡Abran la puerta!» . En ese momento, se paró la música «y se escuchaba a través de la puerta cómo varias personas siseaban y pedían silencio al resto». Les exhortaron a que abrierany de su obligación a identificarse, tanto por incumplimiento de las restricciones por la pandemia como por la ordenanza municipal de ruidos. Especifican en la Policía Nacional que la Ley de Seguridad Ciudadanas les autoriza a las identificaciones cuando existen indicios de infracción «cualquiera que sea el lugar». Y que, si reiteradamente los interpelados se niegan, caen en un delito de desobediencia grave a agente de la autoridad, «que posibilitaría su detención».
Los agentes advirtieron en numerosas ocasiones. Así que intentaron abrir por el método del resbalón y luego extrayendo el bombín, pero la llave estaba echada por dentro. Una de las detenidas, la que llevaba la voz cantante, Isabel R. I. de 26 años, manifestó que era «letrada y jurista y opositora a abogada del Estado» y que se negaba a abrir sin una orden judicial: «Retó a los agentes a entrar si querían perder su trabajo. Si no os marcháis, vais a perder vuestra placa» , indica que dijo en la minuta.
Abrieron con un ariete
Los agentes, agotado todo diálogo, tuvieron que tirar la puerta con un ariete. Dentro había 14 personas sin mascarillas, fumando, bebiendo, sin distancia social... Una de ellas, Alexia, grababa la escena con su móvil. Isabel seguía a lo suyo, con actitud agresiva. Hasta el punto de que cinco de sus amigas manifestaron que no se habían identificado porque ella no les había dejado, por lo que les espetó: «¡Guarras, zorras, traidoras!». Por eso estas cinco no fueron arrestadas.
Uno de los detenidos Theo Jan A, británico de 26 años, forcejeó con un agente. Los otros siete arrestados son Alyleili A.S. A. A.. de Emiratos Árabes y 19 años; Abdulrahman Farhan A. M. A. A., compatriota de 22; Dan T. D-G., español de 27; Mohammed Ali Mohammed Sae A., emiratí de 22; Alexia T. D-G., española de 25; Mohammed Fj A., de Arabia Saudita y 20; y Rashed Mohamed Rashed Ali A., emiratí de 21.