El juez pone en libertad al jubilado que envió sobres explosivos a Moncloa y la Embajada de Ucrania

En un auto notificado este viernes, el magistrado le impone como medidas cautelares ala obligación de comparecer semanalmente en el juzgado más próximo a su domicilio, en la localidad burgalesa de Miranda de Ebro, la prohibición de salida del territorio, la retirada del pasaporte, así como la obligación de fijar un domicilio y un número de teléfono donde puede ser localizado.

En línea con criterio de la Fiscalía, el juez Calama entiende que procede la libertad sin fianza por cuanto «no existe un riesgo actual de destrucción de fuentes de prueba, toda vez que ya se han efectuado las diligencias de instrucción más relevantes para la obtención de los indicios de criminalidad sustanciales que apuntan hacia dicho investigado».

Cabe recordar en este sentido que se practicaron entradas y registros en su domicilio en las que le fueron intervenidos los dispositivos informáticos y un dron con el que contaba y que se sospechaba, podría haber planeado utilizar para transportar el material pirotécnico.

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Además, el instructor ha tenido en cuenta que el jubilado, de 74 años de edad y en prisión provisional desde el pasado 27 de enero, carece de antecedentes penales, «no existen indicios que apunten a una posible reiteración delictiva» y tiene domicilio conocido y arraigo en el municipio donde reside. Saldrá así, inmediatamente de prisión.

El primer envío conocido fue el de la Embajada de Ucrania, donde un sobre con material pirotécnico hirió al empleado que lo manipuló en la recepción del edificio el 1 de diciembre del año pasado. Según informaron en fuentes de la investigación, la detonación provocó al trabajador una pequeña quemadura en la mano por la rapidez con que arrojó el sobre al deflagrar. Llevaba pequeños materiales metálicos que habrían servido de metralla, causando lesiones mayores.

En cuestión de horas se registraron otros envíos sospechosos a una fábrica de armas en Zaragoza, la base de Torrejón de Ardoz, el Ministerio de Defensa y la Embajada de EEUU. La Moncloa informó en ese momento de que el 24 de noviembre había recibido en sus instalaciones un sobre de las mismas características, que fue interceptado antes de causar heridos. Iba dirigida al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

Medios internacionales llegaron a publicar en fuentes de la inteligencia estadounidense que tras los envíos se encontraban los servicios secretos rusos. Sin embargo, para entonces los investigadores ya tenían en el foco a Pompeyo, este jubilado de Miranda de Ebro, al que llegaron siguiendo el rastro de los paquetes tras analizar, entre otras variables, decenas de horas de grabación de la seguridad de Correos en Valladolid, el punto de distribución desde el que se acotó que habrían salido los sobres camino de su destino, como informó ABC.

Sí detectaron, no obstante, inclinación prorrusa, revisando los foros y los canales de internet que frecuentaba, si bien hasta la fecha la tesis de los investigadores ha girado en torno a que se trata de una conducta individual, la de un lobo solitario que se habría ido radicalizando.