El sustituto de Espinosa de los Monteros también renuncia al acta y profundiza la crisis de Vox

La noticia, adelantada por 'Libertad Digital' y confirmada a ABC por distintas fuentes de su entorno, agrava la reestructuración que deberá acometer Santiago Abascal a su regreso de las vacaciones, porque Steegmann era además miembro del Comité Ejecutivo Nacional del partido y decidió ya dejar el cargo tras no conseguir revalidar su escaño en las elecciones generales del 23J.

El adiós de Espinosa de los Monteros posibilitaba su entrada en el Congreso, al correr la lista de la candidatura por Madrid, pero Steegmann, muy afín al ya exportavoz de Vox en la Cámara Baja, ha optado por no recoger el acta, como ya habían determinado las urnas en un principio. «Ahora se abre de nuevo la puerta del Congreso, pero no voy a entrar por ella», dice Steegmann en un comunicado enviado a la dirección del partido, en el que se muestra muy agradecido con Abascal, pero también califica de «triste y sorprendente» la renuncia de Espinosa de los Monteros.

Steegmann, médico de profesión, era cercano a la corriente más liberal de Vox, la que representaba el dimitido Espinosa de los Monteros, y cobró notoriedad durante la pandemia del Covid-19. Él abogó públicamente por vacunarse contra el coronavirus —en un asunto complejo para el partido porque tiene votantes antivacunas— y esa postura le sirvió para ser criticado por simpatizantes de la formación en redes sociales, como le sucedió también a la exdiputada de Vox Macarena Olona.

Abascal, que nunca ha dicho públicamente si se ha vacunado o no contra el Covid-19 —sostiene que es una información que pertenece a la esfera privada—, salió en defensa de Steegmann y renovó su confianza en él absolutamente. Más allá del lamento por la marcha de Espinosa de los Monteros, el exdiputado evita más críticas en su despedida y se muestra muy agradecido, especialmente, al líder del partido.

«Mi agradecimiento a Santiago es para siempre. El día 24 de julio se cerraba la puerta para continuar siendo diputado, y fue la razón para que presentara mi dimisión en el Comité Ejecutivo Nacional de Vox», apunta, evitando ligar su renuncia a la actual coyuntura del partido. No obstante, la decisión de no recoger el acta llega tras un tropiezo electoral considerable, con la pérdida de diecinueve escaños, y en una de las peores semanas para Vox desde su irrupción en las instituciones, con el adiós de uno de sus fundadores y la aparición pública de las primeras voces críticas en la formación.

Este diario ha publicado este jueves la existencia de un sector que reclama la recuperación de los equilibrios internos y denuncia una deriva hacia los postulados defendidos por Jorge Buxadé, vicepresidente de la formación, que son los más conservadores del partido. Aunque Espinosa de los Monteros alegó motivos personales y familiares en su despedida, en su entorno sostienen que cada vez se sentía más marginado y relegado en la toma de decisiones y en la confección de las listas electorales.

Desde el relevo de Javier Ortega Smith como secretario general del partido, a pesar de que él era mucho más conservador en sus posiciones que Espinosa de los Monteros, las tesis de Buxadé se han ido imponiendo con la emergencia de figuras afines a él, empezando por el nuevo número dos, Ignacio Garriga, que comparte con él su pertenencia al Opus Dei. En los últimos meses ha crecido también el papel de Ignacio Hoces, diputado por Badajoz que sustituyó en el puesto a Víctor Sánchez del Real —de la cuerda de Espinosa de los Monteros—, y que según fuentes internas es mano derecha de Buxadé.

Al no recoger el acta ni Espinosa de los Monteros ni Steegmann, ahora le corresponde el escaño a la número siete de la lista de Vox por Madrid, Carla Toscano, que en la pasada legislatura protagonizó intervenciones muy polémicas. Una de las más recordadas es su ataque personal a la ministra Irene Montero, a quien espetó que su único mérito para acceder al cargo era «haber estudiado en profundidad» a su pareja, el exvicepresidente Pablo Iglesias.