Errejón, «el clavo definitivo en el ataúd de Sumar»
El acercamiento entre Podemos e IU se acelera como alternativa al proyecto de Yolanda Díaz y anuncia la implosión interna de la plataforma
Yolanda Díaz e Íñigo Errejón, en el Congreso
El escándalo Errejón es mucho más que la caída en desgracia del portavoz de un grupo parlamentario. Es el detonante del fracaso de todo un proyecto político, el que intentó liderar Yolanda Díaz cuando fue designada a dedo sucesora de Pablo Iglesias.
Aunque la también ... vicepresidenta del Gobierno va a tratar de mantener unido ese conglomerado llamado Sumar, hoy se cumplen diez días de la dimisión de Íñigo Errejón y aún no han nombrado a su sustituta (todo indica que quieren a una mujer). Es una muestra más de las dificultades que atraviesan.
La abrupta salida del exfundador de Podemos tras su autoconfesión ya está operando como acelerador de un proceso de reposicionamiento ideológico que lleva tiempo fraguándose, que anida en la falta de liderazgo de Díaz y que va a desembocar en una nueva política de alianzas en ese espacio tan fragmentado.
«Sumar ya venía muy tocado del ala», explican a ABC desde dentro. «Lo de Errejón es el clavo definitivo en su ataúd. Sumar ya estaba muerto y ya ha sido dado por amortizado tanto por Podemos como por Izquierda Unida (IU), que es la clave de todo esto», explican.
La elección de Antonio Maíllo como coordinador general de IU tras el sorpresivo abandono de la política de su antecesor, Alberto Garzón, es relevante en este proceso. En la coalición explican que una parte de las bases tradicionales de IU y de la dirigencia están «muy incómodas» con la posición del Gobierno respecto a Ucrania e Israel, «demasiado entregada a las posiciones de la OTAN». Consideran que el Ejecutivo, en el que hay cuatro ministros de Sumar, está siendo «tibio» con Israel y creen que la posición respecto a Ucrania está siendo «demasiado otanista», demasiado «belicista». «Que no es lo mismo que putinista», matizan, antes de añadir que tanto en IU como en Podemos, están aprovechando la coyuntura para erosionar muchísimo por la base».
«Esto no ha tenido mucha trascendencia en los discursos públicos, aunque apareció un poco en el discurso de Irene Montero de las europeas; pero 'sotto voce' y en la dinámica interna ha sido fundamental porque ha generado una escisión grande emocional en Sumar, cuya base de Izquierda Unida tradicional comunista sigue viviendo en el imaginario geopolítico de la Guerra Fría», explican desde dentro a este periódico para contextualizar que todo ese ruido de fondo «ha pesado mucho a la hora de metabolizar el escándalo de Errejón».
Frente al guardián de las esencias
Hace ya diecinueve meses que Yolanda Díaz presentó su proyecto político, bautizado como Sumar, en un intento de atraer a todas las fuerzas políticas situadas a la izquierda del Partido Socialista. En este tiempo, la vicepresidenta del Ejecutivo nunca dio el paso de convertirlo formalmente en un partido político. Desde entonces y hasta hoy su liderazgo orgánico se ha ido debilitando y los resultados en las distintas elecciones celebradas han sido siempre a baja: autonómicas y municipales de mayo del 23, generales de julio, autonómicas de febrero en Galicia, abril en el País Vasco y mayo en Cataluña; y comicios europeos de junio.
Es importante ver el papel que juega Enrique Santiago, secretario general del PCE, y más yolandista y de su partido que de Izquierda Unida.
Además, la ruptura con Podemos se confirmó tras las generales y ha derivado en un enfrentamiento desigual en el que el partido que fundó y lidera en la sombra Pablo Iglesias se erige en el guardián de las esencias y Sumar queda diluido ante la preponderancia indiscutible del ala socialista del Gobierno.
En este contexto, su liderazgo está muy erosionado, razón por la que tras las europeas anunció su dimisión como líder de Sumar. Sin embargo, esta decisión nunca se acabó de concretar y sumió a la plataforma en una gran incertidumbre, lo que ha obligado a los partidos que la conforman a resituarse.
«Pablo e Irene»
Dentro de Sumar, y de los partidos que conforman esa plataforma, crece la convicción de que en la aparición del escándalo Errejón han confluido «elementos de operación política». Para empezar, explican, el lugar desde donde parte, «que es el entorno de Irene Montero». En segundo, el momento en el que salta, «que es cuando se está produciendo este giro dentro de Sumar». Y un tercer factor a tener en cuenta es el momento de debilidad que atravesaba Íñigo Errejón: «Cuesta pensar que en un momento de fortaleza de Íñigo y de bloque interno sólido esto hubiera aflorado».
En definitiva, apuntan internamente, el escándalo está actuando como acelerador de la implosión de Sumar y allana el camino a una hipótesis que lleva tiempo sonando en estos entornos: «facilita los planes de reunificación IU-Podemos bajo una hipotética candidatura de Irene Montero a la Presidencia del Gobierno que será hegemónica en el espacio a la izquierda del PSOE». Aquí es importante ver el papel que juega Enrique Santiago, secretario general del PCE, y más yolandista y de su partido que de Izquierda Unida.
Si esto llega a cuajar, Podemos no solo estará apropiándose del discurso más ortodoxo de la izquierda radical, sino que estaría lanzando un misil a la línea de flotación de Sumar y abriendo un proceso de disolución.
«No tendrán más de siete u ocho de diputados, porque Irene Montero tiene el perfil que tiene y está absolutamente abrasada, tiene muy poca atracción y muy poca capacidad de generar consensos. Lo que pasa es que este Podemos está instalado en esa lógica: da igual cuán pocos seamos siempre que controlemos el nicho», explican.
Según este relato, Irene Montero es quien maneja el aparato político y el partido y Pablo Iglesias el aparato mediático y el negocio empresarial que lleva aparejada la existencia de miles de personas que siguen pagando cuotas de Canal Red y están dispuestos a pagar 'crowdfoundings'. «Este es -concluyen-, el mapa detrás de la batalla».