La fractura crece en el PSOE: el número 3 de Sánchez tacha de «desleales» a Felipe González y Alfonso Guerra

Pero el ataque más duro a quienes refundaron el PSOE en el congreso de Suresnes en 1974, aún en la clandestinidad, lo ha lanzado el secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, quien ha tachado de «desleales» a los históricos del partido por, a su juicio, no acogerse a las resoluciones aprobadas en los congresos socialistas. «Desleales son los que no respetan las decisiones del partido», ha afirmado en los pasillos de la Cámara Baja, aunque ha declinado pronunciarse sobre las exigencias de ERC y Junts per Cataluña en relación a la amnistía. González, en un momento álgido de su intervención del miércoles, y dirigiéndose a su sempiterno número dos, afirmó: «La paradoja, Alfonso, es que nosotros defendemos las posiciones del partido, pero como no se oye más que el ruido, la gente no lo ve».

En ese mismo sentido se ha pronunciada el exministro y diputado socialista, José Luis Ábalos, que ha pedido a Guerra y González «respetarse a sí mismos». Además, ha afirmado que sus declaraciones calificando de «chantaje» las exigencias de los independentistas son «muy discutibles».

También el ministro de Cultura y Deportes, Miquel Iceta, en su llegada a la sesión donde se ha aprobado la modificación del Reglamento para incorporar el uso del catalán, el euskera y el gallego en la Cámara Baja, el ministro de Cultura y Deportes, ha calificado como «antiguas» las palabras de los históricos contra la última concesión que el PSOE negocia con los independentistas catalanes para facilitar la investidura de Pedro Sánchez.

Pero no solo miembros del PSOE han optado por este posicionamiento, también sus posibles socios de Gobierno de cara a la investidura. Íñigo Errejón, de Más País, al ser preguntado por las críticas de González y Guerra ha respondido que es importante «estar ubicado». También que le sorprendieron los elogios que el expresidente del Gobierno hizo a Alberto Núñez Feijóo y que ellos están enfocados en buscar la constitución de «un gobierno progresista».

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Marta Martínez

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En la misma línea que Aina Vidal, la portavoz de En Comú Podem, que ha celebrado que el PSOE «avance por la desjudicialización del 'conflicto catalán'», Enrique de Santiago, diputado de Izquierda Unida, también ha contestado a las preguntas sobre los mensajes críticos con la amnistía. «Los que critican son los incapaces de relacionarse con nadie porque nadie quiere relacionarse con ellos», ha declarado a las puertas del hemiciclo.

Por su parte, la portavoz parlamentaria de EH Bildu, Mertze Aizpurúa, ha afirmado haber recibido con sorpresa las declaraciones de los dos exdirigentes socialistas. «Me llamó mucho la atención que ellos hablasen de deslealtad, ellos», con cierta ironía.

Y es que Felipe González y Alfonso Guerra se pronunciaron de forma contundente este miércoles en la presentación del libro de Alfonso Guerra en el Ateneo de Madrid frente a la última cesión que los socialistas negocian con Junts per Cataluña. Este último afirmó que la amnistía supone «la condena de la democracia» y que su concesión era una «hipoteca para la nación».

Por su parte, González; además de criticar a Yolanda Díaz por dar «lecciones», por su reciente defensa de la propia amnistía y por su viaje a Waterloo para negociar con el fugado Carles Puigdemont, afirmó que no ha habido un juicio «con mayor publicidad y garantías que el del 'procés'». «Uno puede defender las ideas que quiera, pero no saltarse la legalidad», dijo el expresidente«, en un Ateneo abarrotado. El propio Puigdemont ha cargado contra González asegurando que «hay políticos que cuando hablan suben el pan y otros, la cal viva», en referencia al caso GAL.

Ahora, un día después de las declaraciones de los dos históricos del PSOE en las que puede constatarse la ruptura con la dirección de Pedro Sánchez, miembros del partido y sus socios se han manifestado en su contra.

En el marco de las críticas contra la amnistía, durante la presentación del último libro de Alfonso Guerra, los dos históricos socialistas hicieron un alegato de defensa real del partido frente a la estrategia de la actual dirección de ceder a las presiones de los independentistas catalanes a cambio de su apoyo en la investidura de Sánchez. «No debemos dejarnos chantajear», afirmó con vehemencia González bajo los aplausos de los asistentes al Ateneo, «y menos por minorías en disolución».

Además, un día antes de la aprobación de la reforma del Reglamento de la Cámara que este jueves tiene lugar en el Congreso, Alfonso Guerra se pronunciaba sobre la inclusión de las lenguas cooficiales en el mismo, lo que también está vinculado a la negociación del apoyo al PSOE de los socios de la 'mayoría Frankenstein'. «Tenemos mucha prisa por hablar catalán en el Congreso, pero en Cataluña no se puede hablar castellano en el patio de los colegios».