El Gobierno deja en el aire la presencia de España en el Mundial de fútbol de 2026 si está Israel

A colación de estas palabras y de lo sucedido en la Vuelta, el diputado Javier Merino, del PP, ha interpelado a Pilar Alegría, ministra de Educación, Formación Profesional y Deportes durante la sesión de control al Gobierno. Aunque el popular no le pregunta sobre las capacidades de España para albergar y organizar campeonatos, sino directamente si España va a estar o no en la próxima Copa del Mundo de fútbol si también la disputa Israel, Alegría le contraatacó directamente.

«Ha quedado bastante caótica la pregunta», respondió en tono burlesco la ministra. «No está en duda la capacidad de España para albergar grandes competiciones internacionales. Lo que es preocupante es que ustedes estén sembrando esas dudas sobre las capacidades de nuestro país», zanjó.

Merino le repreguntó y, en concreto, apuntó sobre un campeonato de mountain bike que se disputó este verano y que, para más inri, ganó un ciclista de Israel. Dicho torneo estaba subvencionado por el Gobierno con 336.000 euros.

«A ustedes lo que les gustaría ver es que se cancelan todas las competiciones internacionales deportivas en España», respondió Alegría, que confirmó que los compromisos que tiene ya firmados organizar en ámbito deportivo internacional se van a seguir disputando como está previsto. «A pesar de ustedes, España en 2030 va a albergar un Mundial de fútbol, en 2031 la Ryder Cup, en 2029 el Mundial de balonmano femenino...», afirmó.

No obstante, en el final de su intervención, lanzó una petición al aire a los estamentos deportivos internacionales que corresponda. De aquí a esos torneos antes citados, la ministra Alegría espera que «las federaciones internacionales hayan adoptado la misma decisión para los equipos de Israel que para los equipos rusos en 2022». Es decir: que Israel y los deportistas que compitan bajo su bandera sean vetados de toda competición». «Una decisión que comparte y defiende este Gobierno, ¿lo hace su partido?», reiteró Alegría.

Pedro Sánchez y su Ejecutivo han hecho de la guerra en Gaza una de sus banderas y abogan de manera clara y directa con la exclusión absoluta a Israel de todos los ámbitos.

No solo en el deportivo, sino también en el cultural —como demuestra la decisión de no participar en Eurovisión si está Israel—, el Gobierno exige que se use el mismo rasero con el país que preside Benjamin Netanyahu que el que se usó con Rusia, y está impulsando el debate a nivel internacional para aumentar la presión.