Sánchez destina 3.700 millones a Defensa a dos semanas de la cumbre de la OTAN

El Gobierno decidió esta semana reaccionar a estos datos y el presidente acudirá a la cumbre con una inversión en defensa bajo el brazo de más de 3.700 millones de euros. El destino de estas inversiones milmillonarias es la modernización o compra de sistemas de armas, tareas de mantenimiento o abastecimiento de cuarteles y la financiación de las misiones militares en el exterior.

La partida de mayor importe es la que autoriza al ministerio de Margarita Robles a firmar el contrato para la obtención y modernización del sistema de defensa aérea Patriot, una inversión muy esperada que había sido aplazada varias semanas. Estos misiles son además una de las capacidades más demandadas por Ucrania para poder hacer frente a los ataques aéreos de Rusia y España ha donado ya varios de ellos a Kiev durante los últimos meses. Este contrato tiene un presupuesto de 2.383 millones de euros y el Gobierno justifica que la modernización del sistema Patriot es necesaria para «asegurar la interoperabilidad con otros países aliados y para poder cumplir con los compromisos internacionales adquiridos por España».

A los Patriot se suman otras partidas para programas de armamento como las destinadas a la adquisición de morteros sobre vehículos (146 millones), con la vista puesta en las misiones en el exterior; a sistemas antidrones (30 millones), repuestos de material y equipos NBQ (12 millones) y una ampliación de crédito para el nuevo buque de intervención subacuática con el que contará la Armada (13 millones). Otros 825 se dedican a contratos para tareas de limpieza en instalaciones del Ministerio de Defensa por todo el territorio nacional, restauración en cuarteles del Ejército de Tierra, obras en instalaciones militares o incluso el suministro de agua embotellada.

El importe total lo completan 332 millones de euros para las operaciones internacionales de las Fuerzas Armadas, que salen de los fondos de contingencia. Esta es una práctica habitual de todos los gobiernos, que dotan de un importe mínimo a las misiones en los presupuestos y después van completando su dotación a lo largo del año recurriendo a fondos de contingencia.

Esta dotación suplementaria a partidas del Ministerio de Defensa llega precisamente pocas semanas después de la polémica generada por los 1.000 millones de euros que fueron aprobados por el Consejo de Ministros sin detallar su destino, aunque aludiendo a las necesidades de las Fuerzas Armadas, pero que después se conoció que se dedicarían a material militar con destino a Ucrania. Este hecho generó además las críticas de los socios del PSOE en el Gobierno y el Parlamento, que esta vez en cambio no se han pronunciado.

A la vez, las asociaciones profesionales de las Fuerzas Armadas se levantaron ayer de una reunión con el ministerio por su negativa a estudiar un aumento de las retribuciones de los militares. «No se puede aumentar en miles de millones el gasto en defensa y no dedicar ni un céntimo a dignificar las paupérrimas retribuciones del personal militar», denuncian.