La USC dilata su apoyo a la descentralización del grado de Medicina y la UDC da por roto el acuerdo

La maniobra de López para evitarse una ruptura interna en el seno de la universidad compostelana –en la que apenas le quedan tres meses al frente, porque su mandato se acaba– fue esquivar la votación preceptiva para la validación del acuerdo, paso que ya dio la semana pasada la UDC para adherirse al mismo, y hacer así bueno el consenso alcanzado la pasada semana por el consejo de Docencia Clínica, en el que se sientan los rectores con las consellerías de Educación y Sanidad, que han tutelado la negociación entre las universidades para reconducir la situación.

El rector de la USC hizo un ejercicio de equilibrismo. Por un lado su equipo de gobierno consideró «positivo» el texto del acuerdo, pero al mismo tiempo condicionó su validez a que se incorporen las demandas de Medicina. Según declaraciones de López facilitadas por la universidad, «para que esa propuesta sea válida y tenga eficacia es necesario incorporar a la misma a la Facultad de Medicina, cuyo decano José Carreira participó de la reunión de ayer en San Xerome.

«Vamos a abrir un proceso de diálogo con la Facultad y con sus representantes para tratar de incorporar alguna de esas reclamaciones que nos han transmitido, o bien en las normativas o en los acuerdos que se adopten en ejecución» del acuerdo de descentralización, añadió el rector, quien reconoció además que el malestar le había sido trasladado por «otros agentes de esa misma facultad». Los alumnos han sido agentes activos para frenar una ratificación que, apenas 24 horas antes, la Xunta daba como altamente probable, aunque no al 100%.

Apenas unas horas más tarde, la UDC ha emitido una nota en la que «lamentaba» que «una de las partes no diera por bueno el acuerdo al que se llegó en el consejo de coordinación de Docencia Clínica de la semana pasada». «Esta decisión supone dejar sin validez muchas horas de trabajo empleadas para procurar un texto dialogado y consensuado que permitiese aplicar la descentralización de medicina, aprovechando todos los recursos del sistema sanitario y universitario gallego», lamentan desde la Maestranza.

La decisión, además, tiene consecuencias. «Ante esta situación», la universidad coruñesa anunciaba «la continuidad de los trabajos para impulsar una nueva titulación de Medicina en La Coruña, que desde el inicio consideramos como la mejor opción para dar respuesta a la demanda existente y avanzar en un nuevo modelo formativo».

Precisamente, en el acuerdo se congelaba temporalmente esta ambición de la UDC, pero también una una UVigo que aunque inicialmente no lo explicitó, si dejó claro que si este debate se abría, también aspiraría a una titulación propia. Precisamente, la UVigo tenía prevista una reunión de su órgano de gobierno para la semana que viene en el que darle el definitivo impulso al acuerdo de descentralización, que empezaría a aplicarse en el próximo curso, con la docencia práctica del quinto curso y todas las clases de sexto. La universidad viguesa deberá determinar ahora si espera a que la USC resuelva sus problemas internos, se ciñe a evaluar el contenido firmado por los rectores o, al igual que la UDC, da por enterrado el acuerdo.

La incógnita ahora es cuándo será capaz la USC de incorporar al acuerdo a su propia Facultad, en un contexto electoral que puede distorsionar las negociaciones, y a la vista de que las exigencias de Medicina no eran menores. En su comunicado del lunes, tras la reunión de la junta de facultad, la Facultad reclamaba una reforma «sustancial».

Según fuentes de la USC consultadas por EP la máxima a seguir ahora es la «agilidad» para que Medicina se adhiera y se materialice la votación que culmine el procedimiento, trasladando incluso un cierto «optimismo» para que pueda salir adelante. López habría transmitido a la Xunta su convicción de ser capaz de reconducir la situación en un corto periodo de tiempo, pero por el momento nadie es capaz de hablar de fechas, porque cualquier cambio que se haga en el documento de la pasada semana resetearía el proceso y lo devolvería a la casilla de salida: nueva convocatoria del consejo de Docencia Clínica y diálogo con las universidades de Vigo y La Coruña, que pueden –o no– aceptar las nuevas condiciones que se fijen.

El mandato de Antonio López está entrando en tiempo de descuento. La USC tiene elecciones en febrero, y las aspirantes que se han postulado hasta la fecha se han puesto del lado de la Facultad de Medicina. El acuerdo pende de un hilo, si es que queda acuerdo.