Incendios en Galicia
El fuego no da tregua: más de 1.700 hectáreas arrasadas en 24 horas
Preocupan los focos de O Irixo, que ha cortado el tráfico ferroviario, y el de Laza, con alerta por proximidad
Los dos incendios de As Pontes han quedado bajo control tras haber quemado unas 165 ha de terreno
Ántar vidal
SANTIAGO
Parecía que en Galicia las llamas iban a dar un respiro: importantes incendios como el de Verín o el de Boiro pasaban a estar estabilizados, pero desde el martes a última hora los montes gallegos han vuelto a arder. En 24 horas se han quemado ... más de 1.700 hectáreas en los últimos fuegos detectados en territorio gallego y, como lleva siendo norma este verano, con la provincia de Orense como la peor parada. Hay tres fuegos sin control en tres municipios orensanos, concretamente en Carballeda de Valdeorras, Chandrexa de Queixa y Laza, que entre los tres suman unas 1.380 hectáreas calcinadas.
El más grande y peligroso, por el momento, es el de Laza: el último balance de Medio Rural informaba que sus dimensiones alcanzaban las 740 hectáreas quemadas. Además, sobre las 15.00 horas la Xunta decretaba la Situación 2 por la proximidad de las llamas con el núcleo de población de Taboazas. El fuego no llevaba ni 24 horas activo cuando ya alcanzaba este tamaño, pues se detectó pasadas las 00.00 del miércoles. En declaraciones a Europa Press, el alcalde de Laza, José Ramón Barreal, explicó que la situación «se está desmadrando», con un fuego que «pinta mal» y avanza por la sierra en Camba. El viento, de nuevo, ha sido un factor crucial de expansión de las llamas. «No tiene fácil solución», se lamentaba el regidor.
El Concello de Carballeda de Valdeorras había sido uno de los peores parados en la primera ola de incendios de este verano, registrando el segundo fuego más grande de la historia de Galicia: 10.500 hectáreas. Ahora, sus vecinos reviven sus peores pesadillas cuando todavía no ha pasado ni un mes de aquellas fatídicas semanas. El incendio que ahora asola el concello tiene una emvergadura de 440 hectáreas, pero es muy voraz: alcanzó ese tamaño también en menos de un día.
En Chandrexa de Queixa, el incendio, según el último parte, ha arrasado 200 hectáreas. «El fuego está creciendo bastante», también, por culpa del viento, declaraba el alcalde, Francisco Rodríguez. A diferencia de la primera ola, parece ser que por lo de pronto no ha alcanzado el Parque Natural de Invernadeiro.
Al mediodía de este miércoles otro incendio ganaba terreno a gran velocidad. Esta vez en O Irixo, también Orense. Mientras que a las 14 horas rondaba las 40 hectáreas, apenas cuatro horas más tarde ya alcanzaba las 240, siendo necesario activar la alarma por proximidad con la zona de O Ribeiro-Arenteiro. Además, la línea ferroviaria que conecta el municipio con Lalín tuvo que ser cortada porque las llamas la atravesaban. Los trenes que se vieron afectados por este corte, señalan tanto el Administrador como Renfe, son aquellos de ancho convencional que circulan entre Orense y Santiago de Compostela.
El martes a última hora también se habían decretado otros incendios: en As Pontes, concretamente, dos de ellos. En conjunto han quemado 165 hectáreas, pero, afortunadamente, Medio Rural informó este miércoles de que ambos focos quedaron bajo control.
Fuegos estabilizados
Otra de las buenas nuevas tiene que ver con el último gran incendio de la Comunidad. En Boiro se han quemado unas 2.200 hectáreas, e incluso algunas parcelas de un camping quedaron reducidas a cenizas. Aunque las autoridades son precavidas y todavía no se ha decretado como bajo control, el incendio (que tiene su origen en una chimenea) lleva estabilizado desde el martes. El fuego de Verín, inequívoca obra de un incendiario, también está controlado desde hace días, de la misma forma que el de Ponte Caldelas, que ha arrasado 380 hectáreas.
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Desde Medio Rural insisten en la «concienciación» ciudadana para evitar sucesos como el de Boiro, que pueden no ser intencionados pero sí fruto de una negligencia. Ahora mismo «no hay fenómenos meteorológicos» que provoquen incendios, como una tormenta, había declarado el responsable de la consellería, José González, por lo que detrás de esta ola está la mano del hombre.
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