El Supremo rechaza aclarar la sentencia contra Fernández de Sousa, que entrará en prisión «en los próximos días»

Su defensa alegó "error material" en lo que se refiere a los delitos que se le imputan y sus correspondientes penas para que los magistrados rectificaran la sentencia, pues, defendía, no se aprecia "ninguna suerte de continuidad delictiva", recoge Europa Press. Pero el Tribunal Supremo es contundente con su decisión: no observa "error material" respecto a la consideración como continuado del delito de falseamiento en la información económico-financiera, según lo recogido en el auto publicado ayer.

La multinacional, reflejo del éxito industrial gallego durante las últimas décadas del siglo pasado, quebró en 2013 y arrancaba así el 'caso Pescanova' en los juzgados en 2019. Los responsables de la empresa entre el año 2009 y su debacle se sentaban en el banquillo de los acusados de la Audiencia Nacional por maquillar las cuentas de Pescanova y tratar de mantener la empresa a flote. Entonces, Manuel Fernández de Sousa era condenado a ocho años de cárcel por idear "una serie de mecanismos" con los que "aparentar una relación comercial, en realidad inexistente", mediante la cual la multinacional pudo "seguir obteniendo financiación bancaria y ostentar frente al resto de los socios y terceros interesados en invertir una situación económica y financiera positiva, muy distinta a la publicada oficialmente". Dos años después, el pasado mes de febrero, el Tribunal Supremo ratificaba la prisión para el acusado, pero con un asterisco: la pena pasaba de ser de ocho a seis años de cárcel.

El motivo era que no se entendía que se urdiera un entramado contable ficticio, sino que las cuentas no reflejaran la realidad para aparentar solvencia ante los inversores y los acreedores. Es decir, absolvía a de Sousa de los delitos de falsedad en documento mercantil y estafa continuada, que sí veía acreditados la Audiencia Nacional, pero mantiene los delitos continuados de falsedad en las cuentas anuales y de falseamiento de información económica-financiera. Ahora, unas semanas después de aquella sentencia, el Tribunal confirma su decisión al tumbar los recursos de la defensa del condenado.

No solo el Tribunal no reconoce un "error material" en la consideración de los delitos continuados de del ahora condenado, sino que, "al contrario, consideramos que la condena pronunciada en la instancia, y que este Tribunal confirma, lo fue en dicha condición, conforme las acusaciones lo interesaban, por las razones ya entonces explicadas y recordadas, someramente, aquí", indican los jueces.

El hijo del fundador de la multinacional ingresará en prisión durante "los próximos días", según explicó a EP el propio abogado del expresidente de Pescanova, Gonzalo Martínez-Fresneda. Antes, deberá llegar la notificación del ingreso en la cárcel, que, según la defensa del condenado, podría producirse entre hoy y mañana y, por norma general, se dan 10 días para ingresar, "aunque en este caso podrían ser menos debido a que la petición de este aclaratorio ya retrasó la entrada en la cárcel".

A pesar de todo, el abogado de Fernández de Sousa dice no haber gastado todas las balas para que su cliente vea reducida su sentencia. Piensa recurrir la decisión del Tribunal Supremo. Aunque el documento no es recurrible, sí ha dicho que se puede presentar un incidente de nulidad y, tras él, acudir al Tribunal Constitucional. "Vamos a estudiarlo. Entendemos que el Supremo no tiene razón", sentenció, en declaraciones a EP.

Según los hechos probados, Fernández de Sousa "planeó, junto con un grupo de personas de su confianza (...) seguir obteniendo financiación a través de una serie de mecanismos o prácticas irregulares de financiación con objeto de seguir obteniendo financiación bancaria". La quiebra de Pescanova representa una de las más grandes de la historia de España, pues dejaba una deuda de casi 4.000 millones de euros. Ahora, a priori, se pone punto y final a un largo proceso judicial iniciado hace ya diez años, por un falseamiento en las cuentas que se remonta hasta años de la crisis financiera de 2008.

Los seis años de cárcel, que inicialmente habrían sido ocho sin la rebaja del Supremo, no asemejan tantos en comparación con los que solicitaba la Fiscalía por estos delitos: en su escrito de acusación pedía hasta 28 para el expresidente de Pescanova.