Rueda, a PSOE y BNG: «Los gallegos no se van a conformar con premios de consolación»

Rueda ha remarcado a los suyos que España, y por ende Galicia, viven, en un sentido negativo, un «momento clave», un antes y un después a causa de las prebendas que está regalando Sánchez, dispuesto a «vender el Estado de Derecho y el diseño territorial» emanados de la Constitución, «simplemente por seguir en el poder». Lo ha expresado en uno de los momentos más duros de su intervención en abierto, de algo menos de un cuarto de hora, en un hotel compostelano. No ha sido precisamente tibio Rueda en todos estos meses. Ya ha hablado de la intención de Sánchez de »liquidar« la España de las autonomías en el Senado. El lunes ha ahondado en esta idea. El en breve, si no hay sorpresas, presidente de pleno derecho, a partir del jueves, está dejando una nación »troceada« a cambio de los votos que necesita para atar su investidura, ha censurado.

«Veremos muchas cosas durante estos días que nos van a gustar muy poco», porque «todavía» habrá otros malos tragos, y además se sumarán a los ya conocidos. «No hace falta exagerar la trascendencia de lo que estamos viviendo», ha recordado, antes de enumerar una vez más los agravios de Sánchez con los gallegos, más sangrantes ahora por contraste con todo lo que está dispuesto a entregar a catalanes y vascos. ¿A cambio de qué? De una legislatura que se ha mostrado convencido de que, dure «más o menos», sea más «convulsa» al principio o vaya degenerando, será «inestable», porque lo es «todo» aquello «sometido a chantajes». «Todo esto Pedro Sánchez lo sabe, y lo peor es que sabemos que lo asume también, lo ve como normal», porque «le sirve para ser investido este jueves», ha lamentado Rueda.

Y, aunque el PSOE, ha vuelto a afear, ya vaya diciendo que no piensa cumplir lo que promete, lo cual, a su vez, es testimonio del valor de la palabra de Sánchez, el presidente del PPdeG ha vuelto a advertir a los socialistas de que, visto lo visto el domingo, en las movilizaciones contra la amnistía, por más que intenten «disminuir» lo que «ha sido un clamor», no lograrán que caiga en el olvido el precio que paga España por la investidura. Máxime, ha augurado, cuando tendrá que seguir «troceando» España, porque no cesarán los «chantajes» del secesionismo. Especialmente en Galicia, donde, en cambio, lo que ha logrado el BNG son «premios de consolación». «No son nada, son vaguedades, son promesas falsas y vacías», ha cargado. «Que no se equivoquen los partidos de la oposición», ha retado, la vista puesta implícitamente en las elecciones autonómicas de 2024: los gallegos no se van a contentar con saldos.

Antes, en un acto a mediodía, también en Santiago, en calidad de presidente de la Xunta, Rueda ha ratificado que «Galicia se va a defender» ante las cesiones de Pedro Sánchezal independentismo catalán y vasco —como la caja única de la Seguridad Social, hasta ahora algo «sagrado»—. Un paquete de prebendas que, ha insistido, será «demoledor» para la comunidad que preside, por la «desigualdad» que va a generar. El mandatario ha confirmado que la Xunta pedirá «oficialmente» a Sánchez que «cuanto antes» se convoque la Conferencia de Presidentes, como ya había avanzado. «No vamos a pasar por nada de lo que pretenden que pasemos», ha insistido por la tarde, ante el Comité Ejecutivo. «Sigamos defendiendo los intereses de Galicia en todo momento y en todos los foros, por encima, incluso, de cualquier sigla», ha arengado. «Galicia es lo primero».