Detenido un hombre en Vigo por asesinar a su vecina a cuchilladas tras días de acoso

Los hechos ocurrieron pasadas las nueve de la noche del domingo en el número 70 de la calle Zamora de la ciudad olívica, según recogió Europa Press. En ese bloque, un hombre de 62 años mató a cuchilladas a la víctima, una mujer de 56, cuando esta acababa de llegar a su domicilio. Según las primeras hipótesis que barajan los investigadores, el hombre habría estado esperando a la víctima para atacarla en cuando entrara por la puerta. Al parecer, las amenazas venían de lejos.

Los ruidos no pasaron desapercibidos en el vecindario, aunque algunos de sus moradores ni se molestaron en salir a ver qué pasaba porque los conflictos en el inmueble eran habituales. «Ni si quiera bajé porque hay gritos a menudo. ¿Cuántas veces los había escuchado?», relataba una vecina. Sí lo hizo otra de las moradoras del bloque, que ya ha declarado ante la Policía, y que se antoja una testigo clave en el caso. Pasadas las nueve de la noche oyó los desesperados gritos de petición de auxilio de la víctima. Esta testigo llamó a la Policía, alertó a otros vecinos y se asomó a la escalera a ver qué estaba sucediendo. Y en el rellano de la segunda planta, donde vivían víctima y asesino, se encontró una zapatilla de ella y sus llaves, que todavía colgaban de la puerta. Esta misma mujer relata que, muy poco tiempo después, pudo ver al supuesto agresor: «Al cabo de unos minutos salió él con las manos ensangrentadas, todo pancho«. El hombre entregó a la Policía sin oponer resistencia. Otro vecino añadía, sobre la misma escena, que el hombre se chupó un dedo lleno de sangre y exclamó: «Está muerta».

Cuando los agentes de la Policía Nacional entraron en la vivienda de la víctima se encontraron el cuerpo de la mujer tendido con varias heridas de arma blanca en el tórax, según explicaron fuentes policiales. No fue hasta la media noche cuando, tras la llegada de la comitiva judicial, se procedió al levantamiento del cadáver.

El agresor tenía fama de conflictivo, especialmente con las mujeres. Ya había protagonizado varios episodios por la forma lasciva en que las miraba. Algunas evitaban compartir con él el ascensor. La víctima ya les había relatado varios encontronazos con el agresor. Al parecer, el hombre llevaba días dejándole notas amenazantes por debajo de la puerta, y ella había confesado a sus vecinos que se sentía acosada. No constan denuncias entre ellos, según la Policía, pero la presidenta de la comunidad reconoció que el presunto asesino les había presentado un escrito quejándose de los ruidos que supuestamente hacía la víctima.

El asesinato dejó al barrio consternado. Este lunes, cuando los policías lo condujeron de nuevo al lugar del crimen para proceder a una reconstrucción, fue recibido a las puertas con gritos de «asesino», «cabrón», «sinvergüenza» y «ojalá te pudras en la cárcel».

Tras el asesinato, el Ayuntamiento de decretó un día de luto oficial y bandera a media en solidaridad con la víctima. «Trasladamos nuestro pésame a la familia y mostramos nuestro rechazo a un crimen tan terrible», recogió el Concello en un comunicado, reproducido también por el alcalde, Abel Caballero, en su cuenta de Twitter.