Hazte premium Hazte premium

XVI ASAMBLEA NACIONAL

El BNG da por zanjada su crisis con la vista puesta en superar a En Marea

Pontón finaliza la refundación con un 98,2% de apoyos. Mientras, pide al frente que mantenga las «puertas abiertas»

La portavoz nacional del BNG, Ana Pontón, en la XVI Asamblea Nacional EFE

MARIO NESPEREIRA

La marca matriz del nacionalismo gallego renueva sus votos. La Asamblea Nacional del BNG , celebrada durante el fin de semana en La Coruña, no se desvió un milímetro del guión: fluyó entre la placidez y el alivio de haber sacado al barco de las rocas cuando «desde dentro y desde fuera», no pocos lo daban por amortizado. Dentro de esa previsión se había contemplado un apoyo masivo a la portavoz nacional, Ana Pontón , y a su equipo de «renovación generacional». Solo faltaba ponerle cifra a un cónclave a la búlgara, cómodo y sin sectores contestatarios: un 98,2% de votos .

Los cambios en el frente no son profundos, ni proponen una enmienda a la totalidad a sus principios clásicos. Son de tono y discurso. La marca que hace 35 años se fundó en el frontón de Riazor ha suavizado un soberanismo que Xavier Vence había llevado lejos y le ha puesto nombre propio: el rescate de la AP-9, banca pública o tarifa eléctrica propia, como ejemplos cardinales. No obstante, algunos dejes del pasado siempre se resisten a la extinción . Como los molinos de viento, las críticas contra los enemigos de su proyecto siguen estando ahí.

«Ante la situación crítica que atravesábamos —se echó Pontón atrás en el tiempo—, había personas que proponían retirarse a los cuarteles de invierno ». Pero con un partido «ni retirado, ni despreciado», ahora la marca soberanista sobrevive, «para alegría de muchas y para disgusto de unos pocos».

En Palexco se cerró el círculo de la refundación. Tanto el papel de Ponton como el «Proceso Adiante» , diseñado para «relanzar» el nacionalismo, tuvieron hace un año su pistoletazo de salida en el mismo lugar. Pero la gira de asambleas comarcales apenas tuvo incidencia, en comparación con el alcance de los resultados en las autonómicas: el verdadero punto y aparte.

Con esa foto fija en mente, el Bloque cree que Galicia le encomendó la misión de derrotar a la «derecha antigallega» de Feijóo . «Buena falta va a hacer al pueblo gallego tener un instrumento de defensa, como el BNG, fuerte y en buenas condiciones para afrontar los retos», relató la dirigente.

Poco importa que por el camino se hayan perdido 27.000 votos y un escaño , la dirección se ve con fuerzas para contagiar la «fuerza del amor» al resto. En ese sentido, Pontón dejó durante su intervención algunas alusiones directas a la necesidad de «abrir las puertas» a quienes tienen a Galicia «en la cabeza y en el corazón». Al contrario que en el pasado, cuando las salidas eran masivas o las escisiones una constante, los nacionalistas sienten que pueden ir a más; pero con más personas: «Hoy el BNG está en condiciones de tener las puertas abiertas a la sociedad», espoleó.

La Marea española

Ganar relevancia en el tablero político de Galicia pasa por achicar el espacio a la izquierda , cada día más atomizada. Aparecieron, según la portavoz nacional, «movimientos y fuerzas políticas variopintas» para hacer frente a una «izquierda clásica que desertó clamorosamente».

Pontón dejó un goteo de referencias a la nueva política, pero solo una vez llegó a citar al rupturismo explícitamente . Fue para colocar a En Marea en el cajón de las «fuerzas políticas españolas», junto al PSOE o al Podemos. «El nacionalismo es el verdadero rupturismo», subrayó. Así y todo, su intervención huyó de las palabras gruesas que antaño proferían los «coroneles» de la UPG. Algunos, por cierto, se mantendrán en la Executiva Nacional, como Bieito Lobeira o Néstor Rego . La politóloga de Sarria prefiere que el «aleteo suave» de una mariposa vaya multiplicando sus efectos por toda la Comunidad: «Generamos una corriente enorme de simpatía que tenemos que convertir en una riada de esperanza para nuestro pueblo».

En la bancada opuesta del Parlamento seguirá estando el actual presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, contra quien se despachó ironizando con su condición de «militante de Galicia». «No nos engaña, Feijóo solo tiene un carnet: militante del PP de Bárcenas, de Aznar, Rato y Rajoy».

Solidaridad con Artur Mas

La puesta en escena de la decimosexta Asamblea Nacional no huyó, un año más, de la tradición. Pontón no dejó pasar la ocasión de mostrar su solidaridad con los encausados Artur Mas, Francesc Homs, Joana Ortega y Marta Rigau, por su actuación durante el la consulta del 9-N. «La injusta justicia española», dijo, «deja libre por la mañana a Urdangarín y a la infanta Cristina y por la tarde inhabilita a gobernantes por poner urnas».

Escuchándola en primera fila, los habituales enviados de Esquerra Republicana, Sortu, Compromís y aliados en Portugal o Palestina . Un poco más atrás, el alcalde de Lalín, Rafael Cuíña, que se dejó ver durante la clausura. Estaba mezclado entre sindicalistas del comité de Ferroatlántica, los ecologistas de Adega o responsables de la CIG. Solo una ovación a las víctimas del Alvia rompió el esquema sonoro de una Asamblea que, como todas las demás, acabó: «Galicia ceive, poder popular».

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación