Yolanda Díaz afirma que «no cabe el alarmismo» con las pensiones y niega que pueda quebrar el sistema

La ministra ha rechazado «recortar uno de los pilares» del bienestar de la tercera edad y uno de sus principales «derechos». Al contrario, ha defendido que «necesitamos cambios en la línea de los países más avanzados, ensanchando la base laboral». Esto, ha dicho, se traduce en «aumentar la tasa de empleo, reducir la precariedad» y, así, reforzar las cotizaciones. «Tenemos que asegurar que toda persona mayor tenga una pensión digna, no podemos consentir que alguien que cobra una pensión se encuentre» por debajo del umbral de la «pobreza», ha advertido. Situación en la que se hallan 2,2 millones de pensionistas, uno de cada cinco, ha recordado. «En el futuro no debe haber trabajadores pobres, y tampoco deben existir pensionistas pobres», ha apostillado.

Además, ha asegurado que «el problema no es» que en España viva «demasiada gente mayor», una tendencia «general» en los países avanzados, sino que reside en el «futuro de la gente joven», que ha de recibir las oportunidades necesarias para «desarrollar proyectos de vida», preferiblemente «en su tierra». «Necesitamos un nuevo contrato intergeneracional», ha dicho la vicepresidenta segunda del Gobierno, uno que permita esos proyectos vitales a la juventud al tiempo que ofrece «calidad» a los mayores. «El futuro de los mayores debe ir de la mano del futuro de la juventud. La «calidad» de vida de los mayores está «muy ligada a la vitalidad» de los territorios, ha sentenciado.

El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, encargado de cerrar el acto inaugural, ha apuntado, sobre las pensiones, que «no podemos seguir planteando la esperanza» de vida «de un pensionista con la misma edad» que a comienzos del siglo XX. «Además de no ser honesto, no sería muy razonable», ha referido. El mandatario gallego espera un debate con «responsabilidad y profesionalidad» para «seguir manteniendo unas pensiones viables y suficientes, y que España pueda competir con sus socios en la UE y con una economía cada vez más competitiva».

Por otra parte, ha lamentado que el Gobierno, a su juicio, «todavía» no aborda el envejecimiento como un «problema transversal» que implique a todos los Ministerios y todas las políticas públicas.