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Las Mercedarias, de la clausura al silencio

Intramuros, las hermanas optan por no hacer comentarios. A pie de calle, los vecinos se muestran incrédulos

Convento de las Mercedarias Descalzas en Santiago M. M

P. ABET

Ajenos a la noticia, feligreses y vecinos del convento de las Mercedarias Descalzas acudían ayer al templo compostelano en busca de huevos o de su ración diaria de comida. Los primeros los venden las monjas como sustento de su austera economía; la ... comida se la ofrecen las religiosas a «gente buena que no tiene para alimentar a sus hijos». Todos los intercambios se realizan a través de un torno ciego situado en la entrada del templo, inaccesible ayer porque las monjas decidieron cerrar la puerta a media mañana ante el revuelo levantado por la investigación policial. Consultadas sobre la denuncia por la supuesta retención de tres monjas procedentes de la India que llevaban más de una década en las Mercedarias , una de las hermanas solo acertó a decir que no iban a hacer comentarios.

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