Confesiones de un showrunner: «La ficción es hoy tan importante como en su día la pintura o el cine»

Según palabras del guionista, la vanguardia de la ficción actual no busca destacar por romper los esquemas establecidos, lo que realmente importa es hacer «una serie para que te entretengas como un niño» y luego, si se da el caso, «se reconoce que has hecho vanguardia porque has roto la estructura narrativa clásica que ya no existe». Un movimiento que Olivares denomina como «una vanguardia popular», que «no busca ser reconocida».

Ante un público que ha seguido viendo series, que sabe cada vez más, Javier Olivares explica que «ya no valen las cosas simples». Atrás queda la estructura en tres actos compuesta por presentación, nudo y desenlace. Actualmente las series cuentan con un mayor trasfondo y buscan que los espectadores se vean reflejados en las tramas, que cuenten su vida. «Lo importante es la complejidad y considerar al espectador inteligente», explicó.

En este sentido, los personajes son uno de los factores clave para llegar al público a través de la expresión de emociones. «La emoción es la manera de comunicar más universal y más profunda , porque se emociona el albañil y se emociona el filósofo, y es el flujo de emociones el que produce la comunicación más directa, no solo en las series, sino en la vida», afirmó esta mañana el showrunner en la masterclass que ofreció a los asistentes al «Conecta Fiction».

La eclosión de las series de ficción está motivada, en mayor o menor medida, por la revolución tecnológica que caracteriza a este siglo. El impacto de internet en la sociedad junto con el nuevo mundo que proyectan los ordenadores y, sobre todo, el teléfono móvil, ha propiciado ciertos cambios a la hora de consumir series y, como consecuencia, a la hora de crearlas.

El primer cambio destacable, apuntan desde el «Conecta Fiction», es que la televisión está perdiendo su hegemonía . No obstante, ¿sigue este aparato tecnológico ejerciendo su supremacía? Los estudios concluyen que sí. No obstante, el subdirector general del Gabinete de Estudios de Comunicación Audiovisual (GECA), Luis de Zubiaurre Wagner, afirma que «los menores de 55 años ven al móvil como dispositivo imprescindible». Además, sostiene que existe un «descenso en el consumo televisivo» y que la evolución cultural -manifestada en los jóvenes- ha generado «públicos bastante infieles a la televisión» . Por lo tanto, la situación predominante de la televisión se espera que vaya a desaparecer en un futuro más cercano que lejano.

Esta alteración supone que los creadores se adapten a los nuevos hábitos de consumo . En el pasado, los espectadores se mantenían pegados a la televisión durante horas viendo su ficción favorita, durara lo que durase y se alargara lo que se alargase. Sin embargo, en la segunda edición del «Conecta Fiction», todos convergen en la misma idea: «acortar el tiempo de duración de los capítulos y su número» . Esto explica que las series de 1 a 2 capítulos se correspondan con el 44% de los títulos producidos en Europa y que el 41% con ficciones de 3 a 13 capítulos, según datos aportados por el Observatorio Europeo del Audiovisual.

El ritmo de vida de la sociedad actual ha mutado y se busca entretenimiento rápido y de calidad. El tiempo es un recurso demasiado valioso y los ideadores y productores de ficción se adecuan a la nueva cadencia. Es decir, la tendencia se está dirigiendo a la creación y consumo de series «fast food», digeridas en un corto espacio de tiempo y con un final que se puede otear en el horizonte. Sin embargo, este consumo raudo no supone que se demanden series simples -como se apuntó anteriormente-.

Por otra parte, Zubiaurre asegura que «el vídeo bajo demanda ha venido para quedarse» . Esto es, Netflix, HBO, Amazon Prime, etc. En 2016, su volumen ha supuesto la cuarta parte del total de series en Estados Unidos y sus cifras se incrementaron en 2017 un 30% respecto al año anterior, en dicho país.