El incendio político vuelve al Parlamento

Aún así, la larga sombra de la crisis forestal siempre estuvo planeando en el hemiciclo. Feijóo tuvo ocasión para desmentir el despido de más de 430 brigadistas del servicio de extinción unos días antes de que se produjeran los fuegos masivos: «El problema en ningún caso fue de los medios». El presidente se defendió aduciendo que todos los contratos se prorrogaron para que quedaran reactivados el día 13 de octubre. «Todas las palabras son contra la Xunta, ninguna para quien enciende el fuego» , no se equivoque de enemigo, le espetó la portavoz del BNG, Ana Pontón, la única que contó con la bula de Miguel Ángel Santalices para sondear a la Xunta por los incendio.

Los nacionalistas abrieron la jornada parlamentaria reclamando una comisión especial y anticipando que el frente no hará «campaña política» con el desastre. «No queremos fuegos nunca más» , enfatizó Pontón, reproduciendo el lema de las movilizaciones críticas con la Xunta.

Los socialistas, por su parte, clamaron contra la rigidez del reglamento, que llevó a Leiceaga a cuestionar sobre políticas de saneamiento. Solo tuvo tiempo para insistir en la comparecencia de Feijóo y la solicitud de un pleno extraordinario. Y el jefe del Ejecutivo autonómico recogió el guante con el anuncio de su comparencencia, con el propósito de «dar respuestas a todas las preguntas».

La tensión se disparó en el careo con Villares, donde Feijóo aprovechó para desvelar sus contactos con el magistrado en excedencia y con Pablo Iglesas la trágica noche del domingo. El portavoz rupturista, apercibido por Santalices, se preguntó «que hubiese pasado» si las precipitaciones no se hubiesen producido y lamentó que el Gobierno gallego «no estuviese a la altura de las circunstancias» . La respuesta del popular cumplió la costumbre de incidir en la carrera judicial del de En Marea: «Si le llega un incendario como juez, ¿va a decir que el culpable es el PP?» .

Tal y como recalcó ayer el presidente autonómico, el Consello aprobará hoy ayudas directas para la reconstrucción de la veintena viviendas afectadas por las llamas. Se sumarán a las de entidades bancarias como Abanca y Caixabank, que habilitarán líneas especiales de financiación y agilizará los protocolos para la gestión de los créditos.

También desde el PSdeG y el BNG han apelado a las contribuciones europeas para facilitar la reparación de los daños. Socialistas y nacionalistas solicitan que se active el Fondo Social Europeo para paliar los desperfectos.