Feijóo avanza el Xacobeo 2021 como aval para optar a su cuarto mandato

El presidente gallego jugó con la oposición al recordarles que «alguno pensaba que mi futuro estaba escrito y sí lo estaba, pero no como pensaban», refiriéndose a su rechazo este verano a aspirar a la sucesión de Rajoy. Su futuro, afirmó, «lo escribieron los gallegos con su apoyo en 2009, 2012 y 2016» y él hizo «lo que me pidieron las urnas, ahora hasta 2020», y «los gallegos seguirán escribiéndolo», deslizó de manera subliminal. Y quien quiera entender, que entienda.

Feijóo ya había planteado en los últimos meses que el Xacobeo era un objetivo clave a medio plazo, pero ayer en el Parlamento lo presentó como «un proyecto de país» que «tiene que ser el mejor de nuestra historia» , pero «con una ambición colectiva todavía mayor» para que «sea indiscutiblemente la mejor Galicia de nuestra historia». «El reto que nos convoca a todos va más allá del evento, es la Galicia del Xacobeo 2021, la de la nueva década, la de las generaciones venideras», proclamó desde la tribuna.

Su visión es que el próximo Año Santo represente para Galicia lo que las Olimpiadas y la Expo de 1992 supusieron para Barcelona y Sevilla. «Es un momento para universalizar nuestro mensaje» , anticipó, «Galicia es calidad». «Es una cuestión de país y por eso debemos diseñarlo entre todos». Por eso, avanzó que la Xunta propondrá a los grupos parlamentarios «crear un grupo de trabajo» que aporte propuestas para el Xacobeo, una oferta «abierta obviamente al Gobierno central» e incluso a la ciudadanía, para la que se habilitará un canal de participación.

Fue, sin duda, el elemento más llamativo de su larga intervención, en la que esbozó un balance positivo de sus nueve años de gestión en los más diversos ámbitos: creación de empleo, sanidad, educación, dependencia, exportaciones , crecimiento económico, rebaja de deuda... Pero todo este escenario favorable está amenazado, advirtió, «por la incertidumbre instalada a nivel nacional» y derivada del «Gobierno circunstancial» que preside Pedro Sánchez.

Se esperaban los grandes titulares en forma de rebajas fiscales, pero Feijóo puso por delante la incertidumbre generada por la falta de certezas en la financiación autonómica. «Llevamos más de dos meses pendientes de que el Gobierno central nos dé las cifras definitivas sobre los ingresos a cuenta », un condicionante para los presupuestos autonómicos. De ahí que los anuncios fueran meros enunciados, pendientes de futura concreción, aunque eso no impedirá que la Xunta apruebe hoy mismo su techo de gasto para 2019.

La principal novedad avanzada por Feijóo fue que Galicia será «una de las comunidades con menos impuestos para comprar una vivienda habitual usada, y la más barata en el caso de los jóvenes, familias numerosas y las personas con discapacidad». Pero sin letra pequeña que escrutar.

Más anuncios: una rebaja del 10% en el canon de Sogama para los concellos y sendos planes del Agua y Residuos a pactar con la Fegamp; una ley de impulso a la demografía que será «pionera en Europa»; la recuperación «del 100% de sus retribuciones» cuando los empleados públicos se encuentren en incapacidad temporal; una norma para facilitar la movilidad de tierras; un nuevo hospital para La Coruña con una ampliación del 50% de superficie y 17 centros de salud de nueva construcción...

Todo esto, insistió Feijóo, manteniendo «beneficios fiscales de carácter social» que «dejaron más de 1.100 millones en el bolsillo de los gallegos». «Y serán más», anunció, « ya les avanzo que mantendremos más beneficios fiscales que están en vigor y estamos diseñando nuevas rebajas de impuestos cedidos», para «garantizar que en Galicia se van a pagar cada vez menos impuestos».

Frente a esta política, contrapuso la «fórmula» que tiene en su agenda el Gobierno de España: «más impuestos y más deuda» . «Ya se empleó en los años previos a la crisis y de sus efectos todavía no nos recuperamos una década después», recordó, «así a España le fue mal, y así a España le volverá a ir mal».

El capítulo de reproches al Ejecutivo de Pedro Sánchez fue denso. «Nos inquieta» que el Gobierno de la Nación «sea un Ejecutivo atado por compromisos opacos, hipotecado por acuerdos que desconocemos, y dependiente del independentismo », manifestó. En su opinión, «la pregunta que cada vez más españoles se formulan es para qué» llegó Sánchez a la Moncloa, y la respuesta es «muy poco». «Mientras en Galicia trabajamos por las próximas generaciones, otros sólo tratan de sobrevivir al día siguiente», resumió.

Feijóo arremetió con dureza además contra «los nacionalismos intolerantes que insisten en acabar con la democracia y [al que], por supuesto, le damos igual el resto de las comunidades». «Pensar que se puede llegar a algún acuerdo con esa postura tan radical es completamente inútil», ha advertido a Pedro Sánchez, «y lo cierto es que estamos sufriendo el resultado». «Veo con tristeza, bochorno y con amargura lo que está ocurriendo en Cataluña» , admitió.

Por último, insistió en la exigencia «de que el modelo de financiación autonómica con el que se costean los servicios públicos sea un modelo justo», y para avanzar en él anunció que solicitará una convocatoria urgente de la Conferencia de Presidentes. «No puede aplazarse sine die ni vale escudarse en la debilidad parlamentaria » del Gobierno «porque los ciudadanos no tienen por qué ser rehenes de esa situación», expresó, «no aceptamos que se ponga la situación en Cataluña de excusa porque todas las demás comunidades queremos abrir este debate».

Fue un debate en el que reivindicó la Transición y la figura del fallecido Gerardo Fernández Albor, subrayó que Galicia «llega a este punto de la historia con el orgullo de protagonizar un éxito colectivo» y apeló a que Castelao no sea manipulado por unos pocos. Pero sobre todo, fue el debate en que Feijóo empezó a despejar su futuro.