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Tribunales

Crimen de Desirée Leal: «Mi hija se defendió y sufrió mucho, lo dice la autopsia»

El padre de Desirée Leal, la pequeña fallecida hace dos años en Muimenta, clama justicia contra la madre de la niña: «El Imelga dice que disimula»

José Manuel Leal, con flores para su hja CEDIDA
Patricia Abet

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El pasado 3 de mayo se cumplieron dos años de la muerte de Desirée Leal , presuntamente asfixiada por su madre en su casa de Muimenta. Pocos días después, la Audiencia de Lugo notificó que el juicio por el execrable crimen se celebrará el próximo noviembre. El padre de la pequeña, la acusación popular que ejerce la Fundación Amigos de Galicia y la propia Fiscalía piden la pena de prisión permanente revisable para la madre, ingresada en la prisión de Teixeiro. La defensa, por su parte, jugará la baza del brote psicótico para esquivar la condena más extrema que contempla el Código Penal, reservada para las muertes más dramáticas .

A pocos meses de que se haga justicia por el asesinato de su única hija, José Manuel Leal conversa con ABC. «Mi niña murió sufriendo muchísimo y eso me consta por la autopsia, porque estuvo consciente en todo momento y porque ella se defendió todo lo que pudo por los restos de sangre que tenía en las uñas », introduce el padre al regresar al día de la muerte de la pequeña, de siete años. «Ella vio a ese monstruo, que era su madre, a la que quería, encima de ella. Yo estaba a kilómetros de allí y eso me dejará marcado de por vida. Jamás volveré a ser persona, mi única meta es que se haga justicia».

Sin acabar la instrucción, cambiaron el juez y el fiscal del caso, pero hay pruebas, como la reconstrucción de los hechos, que les siguen negando...

Sí, en el cambio de fiscal sí hemos notado más empatía y más querer condenar a quien pudo colaborar ocultando pruebas, porque el 061 declaró que el cuerpo de la niña fue lavado intentando ocultar todos los restos de sangre. Pero lo que más me duele es que nos siguen denegando la reconstrucción de los hechos. El juez anterior ni siquiera precintó el domicilio, apareció un tenis en la habitación con un calcetín manchado de sangre, pero no encontraron el par. La madre dio tres versiones distintas ante la Guardia Civil y la abuela materna se negó a declarar, y yo me pregunto por qué será. Lo normal sería haber revisado toda la casa, los contenedores... pero no se hizo.

Antes de que llegasen los agentes en la casa ya había varias personas, pero no se ha llegado a clarificar su papel en la escena del crimen...

Yo estaba trabajando en La Coruña de vigilante de seguridad cuando me llama el abuelo y me dice que Desi está muy malita. Pero le pasa al teléfono a la abuela, y ya me dice que la niña está muerta... imagínese el viaje de ida, yo no sé ni cómo llegué. El abuelo llegó antes que la Guardia Civil y una amiga de la abuela también llegó antes, así que la cosa está entre los tres. Esa amiga sí declaró pero dijo cosas banales. Yo quiero saber quién lavó a la niña, pero la Justicia no le da importancia. Solo le encuentro sentido a que la abuela dijese que muerta la niña ya no puede hacer nada por ella y va a proteger a su hija.

La clave del juicio estará en conocer si la acusada era consciente de lo que hacía, si era algo ideado, o si sufrió algún episodio psicótico que la llevó a asfixiar a la menor.

Sí. A mí todo esto me mata en vida, mi único pensamiento es hacer justicia por mi hija, que salió en una bolsa de plástico y su asesina salió andando como si nada y de ahí al hospital, donde iba a la cafetería y recibía visitas. El Imelga dice que ella pudo haber tenido un pequeño brote psicótico, pero consideran que era consciente en todo momento de lo que estaba haciendo e incluso matizan que creen que está disimulando.

A favor de las acusaciones están también las búsquedas que la Guardia Civil descubrió en uno de sus teléfonos, información de unos días antes de la muerte sobre un veneno llamado estricnina.

Claro, por eso pedimos también el volcado de los móviles y de la tablet, que de momento aún no tenemos, pero que nos han aceptado. Ella lo llevaba planeado porque yo tenía que recoger a la niña ese día a las 7 de la tarde, porque me tocaba por régimen de visitas. No sé si se le fue de las manos porque quería que la niña se pusiera muy malita para que se muriera estando conmigo. Igual al ver que le quiso dar algo por la boca, se resistió todo lo que pudo y su cuerpo no aguantó...

¿Se siente víctima de violencia vicaria, la que un progenitor ejerce sobre el otro a través de sus hijos?

Así lo creo. De hecho, ella ya ejercía ese daño en vida de la niña, me hacía la vida imposible a través de ella desde que nos separamos, diciéndole cosas sobre mí, inventando... y Desi me lo contaba.

El veredicto del caso dependerá de la decisión de un tribunal popular, ¿cómo lo valora?

Me parece oportuno. Entiendo que al ser un jurado popular se sensibilizará más con el asesinato de mi niña.

¿Qué cartas jugará la defensa?

Ella, ese monstruo, se defenderá con el famoso brote psicótico, que se desmonta con que llevaba una semana buscando por Internet cosas sobre venenos. Pero la verdad es que aquí hubo dos asesinatos, el mismo día, el de mi hija y el mío.

¿Cómo se encuentra usted?

Yo ahora estoy viviendo con mis padres porque me dieron una incapacidad permanente absoluta, yo no soy persona. Tengo un trauma muy grande porque estaba trabajando cuando me llamaron para decirme que mi niña estaba muerta... Yo no puedo ver un uniforme delante porque vuelvo a ese día. Es inhumano. Estoy con mucho tratamiento y mucha medicación, pero esto no tiene palabras.

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