«Lo más difícil es no saber cuántos días durará la misión»

«Estamos haciendo una serie de reconocimientos para proceder posteriormente a su desinfección », en puntos de interés como hospitales, centros de salud, estaciones de transportes o lugares donde pueda haber afluencia de personas. «Cuando la ciudadanía ve en un primer momento a las Fuerzas Armadas les da un poco de impresión, pero cuando ven que somos la UME y que llevamos los equipos de protección, la respuesta es siempre de agradecimiento », explica al otro lado del teléfono.

No se siente especial , ni él ni sus compañeros de sección, por formar parte del batallón de profesionales que combate en primera línea a ese enemigo invisible que es el coronavirus . «Es un enemigo real que está ahí, tenemos que combatirlo entre todos, quizás sea palpable, pero todos tenemos nuestra parcela para hacerle frente». En su unidad «no hay miedo ni ese estado de alarma colectiva, pero sí preocupación». «Los integrantes de la UME tienen familia en casa», recuerda, «yo mismo tengo mujer y dos hijas que ven a su padre fuera», con la incertidumbre de cuándo volverá. «Lo más difícil es no saber cuántos días durará esta misión», admite a título personal.

Se saben en primera fila, y son conscientes de que puede haber contagios. «Estamos más expuestos, no sería raro que ocurriera», y en ese caso «se nos aplicaría el mismo protocolo que a cualquier ciudadano, aislamiento, confinamiento y lo que diga nuestro servicio médico». Su guardia continúa. La UME no descansa.