La fiscal Lastra da la puntilla a García Ortiz en el Supremo: «Has filtrado los correos»

Lastra ha reiterado ante el tribunal su sospecha de que desde el primer momento fue el fiscal general quien filtró esos correos y que no dudó en echárselo en cara en una de las seis ocasiones en las que él intentó contactar con ella para que sacara la nota de prensa el día 14 de marzo de 2024 por la mañana -apenas unas horas después de la filtración del correo- para evitar que les «ganaran el relato». Al percatarse de que el mail ya estaba en los medios, Lastra estalló contra el fiscal general: «Creo que no le dí ni los buenos días. Has filtrado los correos». A lo que García Ortiz le contestó: «Eso ahora no importa». La respuesta le impactó tanto que, ha dicho, se le quedó «clavada en el alma» porque a ella sí le importaba.

La fiscal ha relatado, además, cómo hizo partícipe ya desde el día anterior de esa sospecha de filtración a la jefa de la Fiscalía Provincial de Madrid, Pilar Rodríguez, quien también ha testificado este lunes, si bien en su caso con una declaración dubitativa y desde luego más encaminada a salvar al fiscal general, hasta el punto de negar que su compañera le afeara haber enviado los correos a García Ortiz el día anterior. Lastra, sin embargo, ha incidido en este punto y ha relatado cómo después de que Rodríguez sacara de un partido de fútbol al fiscal de delitos económicos Julián Salto -para que le enviara los mail reservados y ella después los rebotara al fiscal general-, le inquirió: «¿Para qué se los mandas? Los va a filtrar».

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Carmen Lucas-Torres

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Lastra ha asegurado que en ese momento no tenía conocimiento previo de ningún procedimiento contra el novio de Ayuso. «Ni siquiera sabía que tenía pareja», ha señalado la fiscal. Fue el número dos de la Secretaría Técnica y cargo de confianza de García Ortiz, Diego Villafañe, quien le puso sobre aviso. En contra de lo que mantiene la defensa, no lo hizo ningún periodista.

Era esa relevancia pública la que supuestamente hacía merecedor a este caso de un tratamiento diferenciado y que justificaba que el subordinado tuviera que rendir cuentas al superior, algo con lo que Lastra no estaba de acuerdo. A su juicio, no se trataba de un caso de trascendencia mediática, como puede ser el de un artista o un futbolista, que justifican la emisión de notas de prensa, sino que aquí se estaba hablando de un ciudadano anónimo sobre el que no había ninguna obligación de informar, y menos aún de revelar datos de carácter reservado, como era el caso. De ahí las reticencias tanto de Lastra como de su jefe de Prensa en la Fiscalía de Madrid, Íñigo Corral.

La testigo, a la que la abogada de García Ortiz sometió a un incisivo interrogatorio -incluso el presidente consideró que estaba poniendo en duda su profesionalidad-, ha asegurado que era evidente que la información que publicó a las nueve y media de la noche del día 13 de marzo de 2024 'El Mundo' -asegurando que la Fiscalía había ofrecido un pacto a González Amador y que se había parado «desde arriba»- no era cierta, así como que había que reaccionar, pero no de la forma en la que se hizo, aprisa y corriendo y desde luego no revelando la estrategia de defensa de un ciudadano.

Lastra dijo que en todo momento quedó claro que ella se responsabilizaría de elaborar esa nota informativa, una vez analizada la secuencia de las últimas horas, y que le dijo a Pilar Rodríguez «que no hiciera nada y que se fuera a casa», que ella se ocupaba. Sin embargo, siguiendo indicaciones de García Ortiz, su compañera sacó del encuentro deportivo a Julián Salto y le obligó a buscar y enviar esos correos. Lastra ha explicado cómo una vez filtrado el correo a los medios y redactada, por parte de Fiscalía General, la nota informativa que supuestamente tenía que asumir ella, hasta su jefe de prensa amenazó con «dimitir» porque se negaba a publicar el comunicado en los términos en los que le venía redactado.

«La nota era disparatada, bastaba con indicar que la información era falsa, que el procedimiento de conformidad se ajustaba a lo habitual y que no hubo ninguna instrucción para retirar el pacto desde instancias superiores, pero no desvelar una estrategia de defensa» (el reconocimiento de la comisión de dos delitos fiscales a cambio e evitar el juicio).

Lastra ha dicho que han hecho muchos comunicados de prensa, «trescientos, de todo tipo, incluidos sobre gente famosa», y ninguna era parecido a este. Tampoco la implicación de García Ortiz en este caso fue normal. Hasta seis llamadas recibió aquella mañana Lastra por parte del fiscal general diciéndole que sacar esa nota era algo «imperativo», que había que «cerrar el círculo» y que no podían quedar «como mentirosos». «Almudena, no me coges el teléfono», le reprochó el acusado.

Se ha referido también Lastra al borrado de mensajes para desmentir que sea necesario hacerlo, como mantiene la defensa. En este sentido la fiscal ha dicho que ella ha cambiado de móvil en varias ocasiones pero que siempre se le ha hecho un trasvase a la nube no solo con los mensajes sino también con el registro de llamadas, que la testigo conserva.

También ha señalado que no hay ninguna obligación de borrados y que según la guía del Delegado de Protección de Datos «se aconseja vaciar buzones por capacidad, no por seguridad».