Feijóo busca capitalizar el derrumbe de Sánchez: «Algo ha cambiado. Así no se puede seguir»
Crecen las voces en el PP que ven la legislatura muerta por la debilidad de los socios y la corrupción
El juez Peinado envía a Begoña Gómez ante un jurado popular por malversación
En público los dirigentes del PP siguen proclamando que Pedro Sánchez intentará aguantar lo máximo posible. Que con o sin Presupuestos buscará agotar la legislatura y que los escándalos judiciales que le rodean le atan todavía más al poder. Pero en privado cada vez ... son más voces las que ahora, con toda la agenda judicial encima de la mesa pero también ante la constatación de que ya no tiene mayoría parlamentaria para continuar, empiezan a reconocer que «algo ha cambiado». Que así «no puede seguir». Ni siquiera el presidente que hasta ahora lo ha aguantado todo. Son demasiados frentes abiertos.
El clima de desmoronamiento ha crecido en las últimas semanas. En verano todo parecía haberse desinflamado. Moncloa sentía alivio al no tener noticias –todavía– de la UCO de la Guardia Civil que investiga la trama que afecta al PSOE. Pero la debilidad parlamentaria del Ejecutivo, con vetos cruzados y la imposibilidad ya de convivir todos en la misma ecuación, ha vuelto a dinamitar las esperanzas del Ejecutivo. Cada vez es más difícil superar la semana. Las últimas votaciones en el Congreso lo evidencian y, sobre todo, la situación límite que vive Junts por el auge de su gran competidor en Cataluña, Aliança Catalana. Todos los grupos esperan un volantazo en su estrategia con ecos nacionales. Carles Puigdemont tiene que tomar una decisión sobre el rumbo de su partido al lado de Sánchez.
Y en mitad de esta atmósfera tan inestable, incluso para una legislatura en la que todo ha sido inestabilidad, los frentes judiciales para la familia del presidente se complican. David Sánchez, su hermano, se sentará en el banquillo de los acusados por los delitos de prevaricación y tráfico de influencias. El procedimiento que afecta a Begoña Gómez, su mujer, también avanza. El último movimiento del juez Juan Carlos Peinado abre la puerta a que sea un jurado popular el que la juzgue por malversación.
Feijóo intenta capitalizar este derrumbe de Sánchez. Este miércoles decidió comparecer con cierta solemnidad en el Congreso de los Diputados para dejar claro que la responsabilidad política en torno a estos escándalos ya está vista para sentencia y mira al presidente del Gobierno. Las judiciales, reconoció, se dirimirán en los tribunales. «Él es el responsable de este lodazal», afirmó el jefe de la oposición, tratando de desmontar «la teoría de la conspiración y la persecución judicial» a la que el Gobierno lleva abonado mucho tiempo. «Ya no cuela», zanjó, para lanzar otra reflexión ante lo que está por venir. «Supongo que a los jurados populares no les trasladarán que hay 'lawfare' en este país».
El dirigente gallego también aprovechó para hurgar en la herida y lanzar algunos dardos a los socios que por ahora sostienen a Sánchez. «A la vista está que no es por el beneficio electoral ni por el beneficio que esperaban obtener», dijo, mirando claramente a Junts, al que las encuestas han dejado en una situación muy complicada: no solo no saca provecho de su apoyo a Sánchez sino que otros partidos le están comiendo el espacio electoral entero.
En esta tesitura todos los diputados del PP consultados por ABC insisten en que «esto no da más de sí» y consideran que el amontonamiento de casos judiciales y la incapacidad legislativa ya empieza a ser suficientemente determinante como para pensar en unas elecciones dentro de meses.
Muchos ponían el foco en que el «genocidio en Gaza» apenas salió en la sesión de control al Gobierno durante la jornada de este miércoles. «Hace unos días, cuando tocaba agitar la calle solo se podía hablar de la masacre de Israel. Y con la palabra genocidio o te acusaban de defender lo que hace Netanyahu. Ahora ya no es tan importante. De un día para otro», reflexionan cargos populares, convencidos de que «las cortinas de humo se agotan cada vez antes» porque, según insisten, «los socios tampoco tragan con ellas». El embargo de armas a Israel, con una cláusula redactada en el propio real decreto ley para poder saltárselo si afecta a la seguridad nacional, es otro ejemplo, dicen en el PP, de que «ya no cuela» la estrategia de Sánchez.
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