Feijóo acentúa su perfil presidenciable y carga la agenda de contactos exteriores

Ese es el camino que va a seguir Feijóo en los próximos meses, hasta las elecciones generales previstas para finales de año. La agenda exterior tendrá un peso especial, ante el interés que, según explican en Génova, está despertando entre los líderes europeos por las posibilidades ciertas de ser el próximo presidente del Gobierno. Al mismo tiempo, acentuará una alternativa basada en una política «para adultos», con un Ejecutivo unido, que ponga fin a «los años de frivolidad y política infantil» que se han vivido en España, según ha denunciado.

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Mariano Calleja

El presidente del PP se ha reunido este miércoles con la presidenta de la Comisión Europea

Feijóo cumplirá un año como presidente nacional del PP y jefe de la oposición el próximo 2 de abril. El PP no quiere celebrarlo porque «España no está para fiestas», pero sí es un buen momento para hacer balance, y el de Génova es netamente positivo porque, a su juicio, los ciudadanos saben que hay una alternativa, «de centralidad y moderación», en la que caben electores a su derecha y a su izquierda.

En su afán por intensificar su perfil institucional y presidencialista, el líder del PP se reunió el martes, primera jornada de la moción de censura, con todos los embajadores de los países de la UE, a los que hay que sumar previamente los de Reino Unido, India y Alemania. Asimismo, se había reunido con la embajadora de Estados Unidos, Julissa Reynoso, y con los de Francia, Argentina, Portugal y Japón. A todos ellos, hay que añadir los jefes de delegación de Ucrania, Suecia y Finlandia. También con el de Palestina. «Y siguen llegando peticiones», aseguran en Génova.

El miércoles, segunda y última jornada de la moción de censura, viajó a Bruselas, donde cenó con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, quien le esperó pese a llegar una hora tarde por un problema en el avión.

Feijóo viajó a Bélgica para participar en la cumbre de líderes del Partido Popular Europeo, y allí aprovechó para mantener reuniones con varios dirigentes durante todo el jueves. Ayer se reunió con el comisario de Mercado Interior, Thierry Breton; el primer ministro de Letonia, Arturs Krisjanis; el vicepresidente de la Comisión Europea, Margaritis Schinas; y con el comisario de Economía, Paolo Gentiloni, así como Eric Ciotti, de Los Republicanos franceses.

La semana que viene, tiene previsto viajar a Lisboa el jueves para mantener un encuentro con el presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, y posiblemente con el alcalde de Lisboa, aunque este aún no está confirmado. «Cada vez nos llaman de más foros para que participe Feijóo y para conocerlo mejor, porque creen que va a gobernar dentro de unos meses», comentan en el equipo del líder del PP.

En Bruselas, Feijóo desveló ayer que los líderes del Partido Popular Europeo se interesaron por la situación política en España y en concreto por la moción de censura que se ha votado esta semana en el Congreso, y por la figura del candidato.

En su comparecencia posterior ante los medios de comunicación, Feijóo sostuvo que la moción de censura presentada por Vox ha sido «un esperpento político» que ha permitido a Sánchez «ganar otra votación» y el Partido Popular «tiene otra agenda». En sus primeras declaraciones después de la maniobra parlamentaria, el presidente del PP insistió en que había decidido alejarse de este debate para dedicarse «a fortalecer la verdadera alternativa» pensando en «ganar la votación de las urnas» en las próximas citas electorales.

Por eso el líder popular quiso participar en las reuniones de su grupo político europeo en Bruselas y mantuvo encuentros con la presidenta de la Comisión Europea, tres de sus comisarios y varios primeros ministros. «España –dijo a los periodistas– se merece volver a la política seria. No voy a vender una arcadia feliz como hace el populismo, nosotros ofrecemos una política de adultos». Mientras, según él, la moción de censura fue «una pérdida de tiempo que solo ha servido para constatar que el apego al puesto es el único pegamento de la coalición de gobierno, que está rota».

«Nosotros no nos apuntamos a esa política infantil y populista como la moción de censura».