La exministra Delgado es una de las interlocutoras de García Ortiz que la UCO no identifica

El 12 de marzo del pasado año, cuando se produce la publicación de la filtración de la denuncia de la Fiscalía Provincial de Madrid y el informe de la Agencia Tributaria relativo a Alberto González Amador en el Diario.es, el fiscal general habló con tres personas en el intervalo de tiempo que va desde las 10.20 de la mañana a las 12.35, tramo que resulta de interés para la investigación. Se trata de la directora de Comunicación de la Fiscalía, Mar Hedo -a quien la UCO tampoco logra identificar-, el teniente fiscal de la Secretaria Técnica -el imputado Diego Villafañe, a quien Pilar Rodríguez había remitido el día anterior la documentación del expediente de Amador- y Dolores Delgado, usuario «no identificado en este momento indagatorio» de la línea de la que es titular la Dirección General de Racionalización u Centralización de la Contratación, órgano directivo del Ministerio de Hacienda, proveedora de servicios para la Fiscalía General del Estado, pues la Fiscalía no tiene autonomía presupuestaria.

Tras dos contactos con Hedo y Villafañe, entra en escena Delgado a las 11.46 horas. Hedo acababa de colgar y García Ortiz llama a Delgado «sin obtener respuesta». A las 11.50, ella le devuelve la llamada y «se produce una comunicación que se extiende 20 minutos y 46 segundos». Aproximadamente veinte minutos después de colgar el fiscal general llama a Villafañe, con el que habla algo más de un minuto y medio.

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Al día siguiente el fiscal general vuelve a contactar con la exministra. Es el 13 de marzo por la tarde, apenas unas horas antes de que se produjera la filtración de los correos intercambiados entre el fiscal Julián Salto y la defensa de González Amador en el marco de una conformidad penal. La primera comunicación de la que se hace eco la UCO, sin saber que la usuaria de la línea es Delgado, es a las 17.12 horas. Nuevamente es el fiscal general del Estado el que trata de contactar sin éxito con la que fue su jefa en Fortuny. Esta le devuelve la llamada de inmediato. La comunicación dura 17 segundos. Un minuto después se restablece. Entre ambas llamadas la conversación suma 6.28 minutos.

Tres horas después es cuando se produce el contacto del fiscal general con la fiscal superior de Madrid, Almudena Lastra. Le llama ella. Cuando cuelgan García Ortiz contacta con Mar Hedo. Después el fiscal general intenta hacerlo con Lastra hasta en tres ocasiones y en otras dos con la fiscal provincial imputada, Pilar Rodríguez. Son las nueve de la noche. Veinte minutos después El Mundo publicó la información de que la Fiscalía había ofrecido a González Amador un pacto cuando fue al revés. La confusión vino porque la cadena de correos electrónicos no se filtró adecuadamente y faltaba un mail crucial, aquel en el que la defensa de González Amador reconocía la comisión de dos delitos fiscales y ofrecía un pacto.

Es esa cadena de correos la que García Ortiz se apresura a recabar primero a través de Lastra sin éxito y después a través de Pilar Rodríguez, que saca al fiscal del caso de un partido de fútbol esa noche. El fiscal recibe loscorreos y su contenido aparece extractado en la web de la cadena Ser, en una información firmada por el único periodista que intentó contactar con García Ortiz ese 13 de marzo.

En el informe de la UCO no figuran más contactos con Delgado que los mencionados en esos dos momentos concretos si bien resulta llamativo que los protagonistas de ese tráfico de llamadas sean todos imputados y testigos de cuya existencia ya se tenía constancia. Todos menos Delgado, el único usuario, junto con Mar Hedo, no identificado. (Si se tiene conocimiento de la participación de la directora de comunicación es por el análisis del móvil de Pilar Rodríguez, no por el tráfico de llamadas del último informe de la UCO).

García Ortiz y Delgado tienen una relación de absoluta confianza que va más allá de lo profesional, tanto que siendo ella fiscal general encumbró a García Ortiz, entonces portavoz de la UPF y fiscal de área de incendios en Santiago de Compostela a la jefatura de la Secretaría Técnica, órgano de apoyo al fiscal general. Cuando ella renunció al cargo por motivos de salud el Gobierno le nombró a él para ese puesto, desde el que García Ortiz premiaría luego a Delgado ascendiéndola a primera categoría como jefa de la Fiscalía Togada del Supremo. El nombramiento fue anulado por el Alto Tribunal por «desviación de poder». El siguiente paso fue nombrarla fiscal de sala de Memoria Democrática hasta en dos ocasiones (la primera también fue anulada por el Supremo).

Antes de ser fiscal general, Delgado fue ministra de Justicia con Sánchez desde junio de 2018 a enero de 2020. Es célebre la imagen de Delgado al lado de un todavía entonces desconocido Félix Bolaños protagonizando la exhumación, traslado e inhumación de los restos de Francisco Franco del Valle de los Caídos el 24 de octubre de 2019. El hoy ministro de Justicia era entonces secretario general de la Presidencia del Gobierno dentro del Gabinete de la Presidencia.