El exdiputado socialista Juan Bernardo Fuentes, ante la juez: «No conozco a Tito»

Y Tito Berni es, precisamente, como le llamaban los integrantes de la supuesta organización criminal con parte de los cuales habría compartido fiestas y visitas a servicios de prostitución. La juez da por hecho que sabe de las fotografías que unos días antes había revelado ABC y obran en la causa de ese tipo de contextos. Preguntado sobre qué tiene que decir de esas fiestas «que habrían sido pagadas por esos empresarios», solo una frase: «A mi no me consta».

En cuanto a la asociación deportiva que preside y a la que, según los investigadores, los empresarios tenían que donar 5.000 euros para empezar a ganarse los favores del diputado, reconoció que «la contabilidad propiamente dicha» del club ya lleva él «personalmente» y minimizó su contacto con las entidades privadas. Contribuyen, dijo «las que quieren colaborar con el objeto».

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Pero la juez parece que no acaba de creerse su versión, sobre todo porque durante la entrada y registro en la empresa de asesoría que tiene en Canarias, Asesoría Tetir, y su domicilio, apareció toda la documentación de las donaciones al club excepto «la relativa a las tres transferencias» que se ha acreditado ya que hicieron empresarios.

Le fue requerida al abogado y este, las aportó. «¿A qué se debía que esa documentaron no esté en el lugar? ¿Pretendía usted construir, justificar o manipular algún documento?¿No ha falseado ni ha manipulado nada ni lo ha mandado hacer?». El exdiputado, que había dejado su escaño apenas unos días antes, niega cualquier intención en este sentido.

Sobre este asunto se profundizaría a lo largo de la hora que se prolongó el interrogatorio, hasta el punto de que el fiscal le acabó preguntando si atribuía a «la casualidad» que un empresario que le había pedido ayuda frente a una sanción justo unos días después le hiciese un ingreso en el club deportivo. Para Fuentes Curbelo, nada que destacar. Era «como otras» aportaciones.

La cuestión es que ese empresario hace un pago y Navarro le ofrece al diputado servicios de prostitución por cuenta del mismo. «Paga Alberto», le dijo. Y el otro contestó: «pásame el catálogo». Tres días después, le envían el expediente sancionador del afectado. «Pero es una casualidad. Y el catálogo debe ser una invención, un error en las transcripción de su terminal», ironiza la juez en este punto.

Otro de los asuntos en los que se centró la juez fue en la relación entre Fuentes Curbelo y el mediador. «Se me presentó por primera vez en la Dirección General de Ganadería, pasó por mi espacio, no recuerdo el mes, pero fue a los pocos meses (de llegar al cargo) y se presentó con un señor de Tenerife, dijo ser, no recuerdo su nombre; como empresario que se dedica a las instalaciones fotovoltaicas», explicó.

La instructora cuestionó que no supiera ni cómo se llamaba y que «cualquiera que dice ser empresario» pase por una sede oficial y le reciba un director general. «Se le atiende y si no tiene nada que ver con el mundo ganadero se le dice adiós y ya está», contestó Fuentes Curbelo.

De acuerdo a su relato, en aquel momento intercambió teléfonos con Navarro, que luego le contactó cuando ya había llegado a diputado. «Venía comentándome que tenia empresarios interesados en establecerse en la Zona Especial Canaria. Yo por mi formación profesional y mi dedicación en el Congreso siempre a cada empresa que quiere venir a instalarse en la zona especial canaria le aconsejo su instalación, le enumero los requisitos y las condiciones que tiene que cumplir y nada más», añadió. «Nada más -apostilló la instructora- y nada menos».

Sobre este asunto abundaría en la declaración a instancias de la propia instructora y también de la Fiscalía Anticorrupción. Acabó apuntando a distintas preguntas que con él «no había una relación de amistad, sino de personas conocidas», y negó que les uniesen vínculos laborales o que Navarro ejerciese labores de intermediación. Fue entonces cuando la instructora, María de los Ángeles Lorenzo-Cáceres, le planteó lo que en su opinión, «no se entiende»: «A una persona que no es conocida ¿Por qué le facilita usted 17 veces la numeración de su cuenta bancaria? (...) ¿Qué pago pretendía recibir?», insistió la instructora. «Ninguno», zanjó él.

La juez puso en duda igualmente el «paseíllo de empresarios en el Congreso de los Diputados», pero Fuentes Curbelo incidió en que «es habitual que muchos empresarios» acudan a la Cámara Baja a «exponer sus problemas e intentar solucionarlos». Limitó la presencia de Navarro Tacoronte en ese contexto a una vez que comieron «juntos en la cafetería del Congreso». «Hay tantos empresarios que me solicitan asistir y hay quien me pide visitas guiadas al Congreso. Pero él me pide ir y tomar un café a la cafetería del Congreso y subimos a la cafetería», desarrolló.