España destina una ayuda adicional de 20 millones a la agencia de la ONU para los refugiados palestinos

Así lo ha anunciado este jueves el ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, tras reunirse en Madrid con el director de la Unrwa, Philippe Lazzarini, quien ha revelado que la agencia atraviesa una situación financiera agónica tras la suspensión de las aportaciones por parte de 16 países, lo que puede tener un impacto de 450 millones de dólares.

Albares ha reivindicado la necesidad urgente de ayuda que sufre Gaza y ha recordado que la posición del Gobierno español es «clara y transparente» desde el primer día: condena a los ataques terroristas de Hamás y exigencia de liberación de todos los rehenes; junto a la petición de que Israel cumpla con las normas del derecho internacional humanitario. «La situación no puede dejarnos indiferentes», ha recordado repasando las cifras de hambruna que sufre la población gazatí.

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Por ello, ha mostrado su apoyo a la «insustituible» labor que realiza la Unrwa sobre el terreno. «Es una cuestión de vida o muerte para las personas que viven allí -ha subrayado-. No podemos permitirnos que la Unrwa deje de prestar su ayuda». Esto ha hecho que España no solo no haya suspendido o recortado las ayudas, sino que las ha incrementado.

El Gobierno aprobó este martes una primera partida de 3,5 millones que llegará a las cuentas de la agencia «en los próximos días», a la que se sumará una segunda ayuda de 20 millones que saldrá de las arcas de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Aecid) en un único pago que tardará en tramitarse unas cuatro o seis semanas.

Estas ayudas han sido agradecidas por el director de la agencia, quien ha puesto el foco no solo en el alivio que suponen para la delicada situación financiera de la Unrwa, sino también en el mensaje político que con ellas envía España al resto de países que han suspendido sus aportaciones.

Lazzarini ha recordado las medidas adoptadas tras las acusaciones a doce de sus trabajadores de haber colaborado con Hamás y que ponen en peligro que la Unrwa pueda continuar durante mucho tiempo con su labor. Y ha acusado directamente a Israel de querer desmantelar la agencia por cuestiones políticas.

«Para los refugiados palestinos, la ayuda de 20 millones de España es un mensaje claro de solidaridad por un Estado europeo. Pero más allá del dinero se está enviando un mensaje claro a otros países para que vuelvan a contribuir a la agencia. España está predicando con el ejemplo», ha agradecido.

Además, han analizado la ayuda enviada a Gaza por aire por algunos países, a la que España ha contribuido con la donación de paracaídas, y han dejado claro que, aunque pueda ser un respiro puntual para la población, no es la solución al problema. «Enviar la ayuda con paracaídas podría ser una contribución adicional, pero no va a paliar la situación en la que nos encontramos», ha explicado Lazzarini.

Albares ha compartido esta postura: «Los envíos con paracaídas me producen sentimientos encontrados. Por supuesto toda ayuda para paliar la situación es positiva, pero eso no tiene que desviarnos de lo que de verdad necesita la población palestina en Gaza, que es el acceso a ayuda humanitaria sin obstáculos por tierra y un alto el fuego permanente».