El escudo balístico portátil que protege al presidente

El equipo de protección del jefe del Ejecutivo se distribuye en anillos, que se han reforzado en los últimos años. El primero de ellos, la citada cápsula, está compuesto por los escoltas que rodean a Pedro Sánchez y que, si llega el caso, tienen que hacer de escudo humano, ya sea por lanzamiento de objetos o, por supuesto, un atentado con disparos. Por ese motivo, uno de ellos siempre porta un discreto maletín portátil que en realidad no es tal, sino algo parecido a un chaleco antibalas desplegable, una pantalla plegada que, una vez abierta -se hace en un par de segundos- cubre desde la cabeza hasta los pies. Por eso es importante que el escolta encargado de llevarla sea alto, al menos tanto como su protegido.

Un inspector de la Policía Nacional con conocimiento de estas medidas de protección confirma a ABC que el maletín «lo porta un escolta perteneciente al primer anillo de protección, el escudo del presidente». «Ante cualquier amenaza lo rodean, y el encargado lo despliega. Siempre lo llevan, ya sea en exteriores o en interiores, y sirve como antitrauma y antibalas», añade.

Chema Gil, codirector del Observatorio Internacional de Seguridad, destaca que es un aparato que se ha demostrado «muy útil» y que «pasa desapercibido».

Especializado en operativos de seguridad y gestión de emergencias, Gil relata que este «maletín con escudo balístico desplegable se empezó a fabricar con keblav», un material sintético, fibra aramida, de gran resistencia, el mismo que se usa para los chalecos antibalas. «Pero era más pesado. Ahora usan unos tejidos, nylon balístico, un entretejido de fibras extremadamente resistente y más ligero. La maleta soporta disparos de rifles de ciertos porte, una munición del calibre 44, altísima resistencia», añade. Gracias a esos materiales, ligeros pero muy resistentes, el maletín pesa «no más de ocho kilos».

Estas pantallas balísticas se pueden comprar por unos pocos cientos de euros en las populares plataformas de comercio electrónico, pero las fuerzas de seguridad recurren a empresas de mayor solvencia que suministren un producto con un nivel de seguridad y calidad denominado 'NIJ IIIA', cuyo coste oscila entre los 1.500 y los 2.000 euros la unidad. «Después está el NIJ IV, en el que se añaden unas placas rígidas soldadas», añade Chema Gil.

Su uso se empezó a generalizar en los años 70 del siglo pasado, aunque en España se incorporó durante la presidencia de José Luis Rodríguez Zapatero. Lo lleva la escolta de jefes de Estado y de Gobierno de todo tipo de países. Se ha usado en varias ocasiones, por ejemplo, para proteger a Vladimir Putin, y en función del nivel de amenaza puede haber varios escoltas con otros tantos maletines-pantalla.

De hecho, en agosto de 2018, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, sufrió un intento de atentado mediante drones mientras daba un discurso en un desfile militar en Caracas. En las imágenes de vídeo se puede ver como sus escoltas lo rodearon y desplegaron hasta cuatro escudos balísticos.