Los diputados analizan 75 archivos con casi ocho horas de grabación de la tragedia de la valla de Melilla

El titular de ese Departamento, Fernando Grande Marlaska, tendrá que comparecer la próxima semana en el Congreso para volver a dar explicaciones sobre los hechos, la condición que puso el Partido Popular -además del visionado de todas las imágenes- para no apoyar la comisión de investigación solicitada por los socios de gobierno de Pedro Sánchez y sus aliados parlamentarios. El ministro tendrá que explicar ese día por qué ha matizado su versión de los hechos a lo largo de estos meses.

Los diputados, que están reunidos en una sala pequeña en la que se ha instalado una televisión no demasiado grande, están asistidos por el teniente coronel Ortega, que el día de los hechos estaba al frente de la Comandancia de la Guardia Civil de la Ciudad autónoma. Este mando ya dio explicaciones a los miembros de la comisión que viajaron hace semanas a la valla de Melilla. Los diputados solo le pueden hacer consultas técnicas, ya que no está citado como compareciente. Asimismo hay un técnico que también puede resolver algunas de las dudas que surjan.

Las fuentes consultadas explican que las imágenes confirman, tal como informó ABC, que agentes marroquíes pasaron a territorio español, hasta la zona donde la Benemérita había embolsado a unos 200 inmigrantes. También se ve a algún guardia civil que de forma puntual lanzan piedras a los «sin papeles». Se trataría de dos agentes. En uno de los casos, que se produce al principio del citado embolsamiento, hay un empujón que hace caer al agente, que recibe varias pedradas. En ese contexto coge una de ellas y la lanza contra los atacantes. «No es lo adecuado, pero en esas circunstancias es entendible», explican las fuentes.

Sobre el resto de las imágenes, la secuencia que se puede ver en los vídeos es, a grandes rasgos, la siguiente: los asaltantes llegan hasta la valla, bien pertrechados y organizados, y cometen un error. Al llegar a una rotonda el que guía al grupo se confunde y lleva a la masa hasta el punto fronterizo como A 62, mejor protegido que el Barrio Chino, que era su objetivo. Al darse cuenta, rectifican su recorrido y llegan a la zona donde se produjo la tragedia.

Unos 700 de ellos acceden a la zona conocida como El Patio, aún en territorio marroquí -allí ondea una bandera de ese país- y que da acceso a la primera de las vallas, que tiene concertina y es controlada por las fuerzas del Reino alauí. Allí están media hora sin que nadie les intente sacar de allí, tiempo que utilizan para forzar la valla, con una sierra radial.

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En el momento en que llegan los gendarmes los asaltantes consiguen forzar la valla, produciéndose la avalancha al intentar pasar todos por el pequeño hueco. La Guardia Civil, mientras tanto, que está en la zona operacional conjunta, de soberanía española, decide retirarse de allí al tener varios heridos, uno de ellos grave, como demuestra el hecho de que estuvo dos meses de baja. Se trata de una decisión táctica del mando del GRS, que considera que es más fácil contener a los inmigrantes cuando superen el edificio fronterizo español.

La mayor parte de los atrapados en la avalancha caen en territorio marroquí, pero una pequeña parte de ellos lo hacen en la zona operacional conjunta, de soberanía española, pero que utilizan las Fuerzas de Seguridad de los dos países en función de las circunstancias. En este caso es la Gendarmería marroquí la que lo hace, al haberse replegado la Guardia Civil. De esa zona los gendarmes sacan personas inconscientes, pero no se puede determinar por los vídeos si están muertas o no.

En cuanto a la posibilidad de que pudieran ser atendidos por sanitarios españoles los vídeos demuestran que era una opción imposible, primero porque allí se libraba una batalla campal -«es la avalancha que más ha puesto al límite a la Guardia Civil», dicen las fuentes consultadas-, y porque además desde donde estaban los agentes de la Benemérita era imposible ver lo que sucedía al otro lado del edificio fronterizo español.

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Mientras se producen estas escenas, 134 inmigrantes irregulares logran superar la frontera española y consiguen llegar a la Ciudad autónoma. La Guardia Civil cifró en un principio en 470 los «sin papeles» que lograron embolsar y rechazar en frontera, pero las imágenes indican que ese número puede ser menor y llegar a apenas 200. En este momento sí hay agentes marrioquíes en este punto, y se ve cómo se llevan a alguno de los subsaharianos, que son expulsados uno a uno. Antes la Benemérita hace una criba por si hay algún menor entre ellos, que no se puede expulsar, y de hecho detecta a uno.

Los hechos que recogen los archivos abarcan desde las 7:15 hasta las 11. La avalancha mortal se produce a las 8:44 y los rechazos en frontera comienzan en torno a las 9:30 y se prolongan durante aproximadamente una hora.

La Guardia Civil solo tuvo noticias de la tragedia tres horas después de los hechos, y de forma extraoficial, a través de mensajes telefónicos recibidos de gendarmes marroquíes.

El visionado de los vídeos, según las fuentes consultadas por ABC, está siendo largo porque los diputados piden ver una y otra vez las mismas imágenes para intentar que no se les escape detalle alguno con el que poder sostener luego su versión de los hechos, que por otra parte la mayor parte de ellos ya tiene decidida de antemano. Tres horas después de comenzar la comisión se había revisado apenas hora y media de imágenes. Esta vez Vox sí está presente en la Comisión de Interior, después de que declinara asistir al viaje a la valla de Melilla de hace algunas semanas que hicieron la mayor parte de sus miembros.

Mientras, la investigación judicial sigue su curso. La Fiscalía va a citar a declarar a los guardias civiles que ya habían prestado declaración, por iniciativa suya, ante el propio Instituto Armado. Se trata de un procedimiento habitual en el que se busca que los agentes ratifiquen, maticen o cambien la versión ya dada y se les pueda interrogar a la luz de los nuevos datos disponibles.