Díaz e Irene Montero se reúnen 'in extremis' al final del Pleno de la reforma del 'sí es sí'

Cada uno ha tenido un papel diferente en la negociación con los socialistas. Y los tres pusieron 'in extremis' las cartas sobre la mesa. El voto en contra de Unidas Podemos se revisó así hasta el último momento. A pesar de que los sectores de Unidas Podemos pensaban diferente sobre cómo abordar la negociación y llegar a un acuerdo, finalmente, el grupo parlamentario morado votó 'no' a la proposición de ley del PSOE para reformar el 'sí es sí'. División brutal en la coalición. Y desazón dentro de Unidas Podemos.

El partido de Ione Belarra quiere explotar esta división con el PSOE en las calles a raíz de la reforma, una baza electoral a menos de tres meses de las elecciones autonómicas y municipales del 28-M. En otros sectores de Unidas Podemos, en los entornos de Díaz y de los Comunes, trascendía en los últimos días la idea de que las posiciones de máximos imposibilitaron el acuerdo.

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Elena Calvo

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La portavoz de Podemos en el debate, Lucía Muñoz, pidió a las «compañeras feministas» que se manifiesten hoy en las marchas del 8-M para «gritar alto y claro que solo sí es sí» y defender la ley impulsada por el Ministerio de Igualdad. En el momento en el que Muñoz lo expresó, ya estaba más que confirmado que PSOE y Unidas Podemos habían roto la negociación y mandaba la escenificación.

La guerra cultural de Igualdad contra los socialistas se recrudeció en las horas previas a la votación. Los partidos utilizaron el tiempo de descuento para acentuar sus posiciones. Unidas Podemos avisó de que la totalidad de sus diputados iban a votar en contra de la reforma del PSOE, incluida la vicepresidenta Díaz, que hasta el último momento reivindicó un acuerdo entre los ministerios de Justicia e Igualdad.

Desde primera hora, los dirigentes de Podemos amplificaron su reproches al PSOE. «Es una imagen terrible antes del 8-M», expresó el secretario tercero de la Mesa del Congreso y portavoz de Podemos, Javier Sánchez Serna, que insistió una y otra vez en que iba a haber una fotografía «de la vergüenza» de PSOE y Partido Popular votando juntos.

Mientras, los comunes intentaron minimizar ese choque. También criticaron al PSOE por presentar una reforma «muy parecida a la del PP». Pero más suaves, incluso mostrándose optimistas sobre llegar a un acuerdo en el trámite de enmiendas. Ese tono conciliador sirvió de poco, porque si el presidente del Grupo Confederal de Unidas Podemos y del sector de En Comú, Jaume Asens, dijo por la mañana que «no hay que dramatizar» porque en una coalición se vote diferente, la diputada de Podemos Lucía Muñoz salió a la tribuna a asegurar que era «un día muy triste».

Muñoz acusó al PSOE de tratar a las mujeres como «ciudadanas de segunda» y de ceder la presión de «un puñado de fascistas que pretenden volver al silencio y a la culpa para que volvamos a demostrar con heridas en la piel que hemos sido violadas». Estas declaraciones incendiaron al Grupo Parlamentario Socialista.

La vicepresidenta Díaz solo hizo unas declaraciones: «Nunca deberíamos haber llegado hasta aquí». Y se esfumó delante de las Cámaras visiblemente enfada. Así las cosas, se trata del primer examen de la proposición de ley del PSOE y todavía queda por delante su trámite parlamentario. Fuentes de Podemos explican que ven ese acuerdo «más complicado» que los comunes. «Tendemos la mano a un acuerdo futuro», insistió.

El presidente del Grupo Confederal dijo en TV3 por la mañana que «no se acaba el mundo» a pesar de la división del Gobierno. Asens intentó quitar hierro a la brecha al recordar que la coalición ha sacado adelante más de 200 iniciativas y aprobado los tres Presupuestos Generales del Estado.

«No hemos llegado a un acuerdo, pero seguimos tendiendo la mano», repitió. Poco después, Sánchez Serna se expresó en la misma sala de prensa para decir que el PSOEestaba buscando al PP para aprobar «un retroceso para los derechos de las mujeres».