Desarticulada una organización criminal que explotaba sexualmente a mujeres en pisos prostíbulo

Las víctimas, de origen colombiano, eran captadas a través de ofertas falsas de trabajo. Una vez que se les facilitaba el traslado de Colombia a España, la organización les imponía una deuda de hasta 8.000 euros. Para saldarla, tenían que ejercer la prostitución.

Los hechos comenzaron el pasado septiembre de 2024. Fue a raíz de una de las mujeres afectadas, que denunció haber sido engañada y traficada desde Colombia hasta Santander. Una vez allí, fue explotada sexualmente. Tras tener este testimonio, comenzaron las pesquisas con las que se identificó una estructura criminal. Entonces estaba formada por cinco personas, aunque después evolucionó hacia tres ramas independientes. Cada una de ellas tenía autonomía para llevar a cabo sus actividades delictivas, aunque colaboraban entre ellas.

Noticia Relacionada

En España hay 114.576 mujeres adultas que ejercen la prostitución

ABC / E. M.

Un macroestudio que ha llevado al Consejo de Ministros la responsable de Igualdad cuantifica en 56 de cada 10.000 mujeres las que están en esta situación. De ellas, 92.000 son víctimas de la trata y 9.000 están en alto riesgo. Baleares registra la mayor tasa

A la hora de atraer a las víctimas, que eran personas en situación de extrema vulnerabilidad, se les prometía trabajos bien remunerados o también mejoras económicas en España. Cuando aceptaban les mandaban los billetes de avión y también dinero, con el que sortearían los controles fronterizos, haciéndose pasar por turistas.

Pero estas supuestas facilidades cambiaban una vez que aterrizaban en el país: entonces se les daban instrucciones para acceder a las ciudades en las que serían explotadas. Cuando llegaban, se les retiraba el pasaporte, al tiempo que se les informaba de la deuda que habían contraído con la organización. Aunque rondaba los 3.000 a 4.500 euros, en uno de los casos denunciados llegó a ser de 8.000. Para pagarla, las explotaban sexualmente.

Una vez que se había saldado la deuda, al no tener las mujeres otra manera de subsistir, seguían ejerciendo la prostitución. En este caso, repartiendo el 50% del beneficio, por lo que no se desvinculaban de la organización.

Además, las víctimas estaban obligadas a estar disponibles durante 24 horas al día y la semana completa. No podían negarse a atender a los clientes, al tiempo que eran sometidas a rotación quincenal entre los pisos que controlaba el entramado. Estos estaban en Galicia (La Coruña), Cantabria (Santander), Asturias (Oviedo y Gijón), País Vasco (Bilbao, San Sebastián, Vitoria), Navarra (Pamplona) y Castilla y León (Burgos, León y Ponferrada).

Si se negaban a trabajar, según ha desvelado la investigación policial, las víctimas eran agredidas físicamente. También cuando no trabajaban por problemas de salud. Mientras eran explotadas sexualmente, las mujeres tenían que consumir estupefacientes para aumentar el tiempo que estaban disponibles. Eso precisamente lo utilizaban como gancho para la captación de clientes.

Además de todo lo anterior, a las víctimas se les obligaba también a que abrieran cuentas bancarias a su nombre. Con ellas, los abusadores movían el dinero de forma encubierta, con lo que se intentaban desvincular además de los beneficios de la explotación.

En el operativo, la Policía ha registrado siete domicilios, al tiempo que ha ordenado la clausura judicial de seis inmuebles. En ellos se han intervenido 12.245 euros en efectivo, nueve teléfonos móviles y documentación incriminatoria. También se bloquearon 10 cuentas bancarias que los delincuentes usaban para canalizar los beneficios que obtenían de la explotación sexual.