Defensa inicia otro rearme con trece nuevos programas de modernización

Base aerea de los Llanos, en Albacete Matías Nieto

Madrid

12/10/2022
Actualizado a las 09:28h.

La coalición PSOE-Unidas Podemos es el Gobierno que más ha invertido o iniciado futuros gastos armamentísticos en la historia reciente de nuestro país.

A los 17.295 millones aprobados desde junio de 2018 hasta septiembre de 2022 con proyectos como las fragatas F- ... 110, el blindado 8x8, el submarino S-80 o las modernizaciones de cazas Eurofighter o helicópteros Tigre entre otros programas, ahora hay que sumar la gran novedad que trae el proyecto de Presupuestos para el Ministerio de Defensa: el inicio en 2023 de 13 nuevos programas especiales de modernización de armamento con carácter plurianual.

Entre ellos está el compromiso de invertir 90 millones de euros el próximo año para el «avión sustituto del AV-8B y C.15M-2ª fase». Es decir, para iniciar la sustitución del avión Harrier de la Armada Española y parte de los 60 F-18 de la Península -cuya vida operativa acaba al final de la década- ya se piensa en la adquisición del avión de combate F-35 Lightning II de fabricación estadounidense (Lockheed Martin).

Aunque no se menciona explícitamente en el cuadrante del apartado 122B del Presupuesto se da la circunstancia de que en el mercado de la industria de defensa solo hay un avión sustituto del AV-8B Harrier: el F-35.

El éxito europeo del F-35

Se trata de un caza de quinta generación que se ha convertido en la gran baza de Washington para irrumpir de nuevo en el mercado europeo frente a la competencia europea de Airbus (Eurofighter) o francesa de Dassault (Rafale). Países como Alemania, Polonia, Bélgica, Finlandia o Suiza se han sumado en los últimos tres años a una lista que cuenta además con Reino Unido, Italia, Noruega, Dinamarca o Países Bajos como otros clientes europeos.

«La posibilidad de compatibilizar parte de la fuerza aérea con esos países en el futuro, independientemente de que tengamos cazas Eurofighter o el futuro avión de combate (FCAS) es una de las razones fundamentales para apostar por el F-35», indica una fuente militar que aboga por su adquisición no solo para la Armada (una docena de aparatos) sino también para el Ejército del Aire (una veintena).

Entre los programas, está el encargo a Airbus de aviones C-295, CN-235 y el avión no tripulado Sirtap

Más allá del deslizamiento sibilino de los 90 millones para iniciar el programa del F-35 en ese punto de los Presupuestos, el total que Defensa compromete para los 13 nuevos programas es de 1.296,2 millones de euros en 2023.

Los otros doce proyectos son: 1. helicópteros multipropósitos para la Armada; 2. aviones de patrulla marítima C295 de Airbus; 3. sistema conjunto de radio táctica; 4. la modernización del sistema de defensa antimisiles Patriot; 5. buques hidrográficos; 6. misil contra carro Spike (fase 2ª); 7. plan de mando, control y comunicaciones; 8. mortero embarcado; 9. el avión no tripulado de largo alcance Sirtap de Airbus; 10. lanzacohetes de alta movilidad; 11. otra partida para sustituir al F-18 pero con Eurofighter (probablemente); 12. y aviones de vigilancia marítima CN-235.

A estos programas habrá que sumar la partida correspondiente de otros 17 programas especiales de modernización iniciados en años anteriores y cuyos pagos anuales prosiguen su curso (a estos corresponderán unos 3.604 millones en 2023). En este apartado de 'viejos' proyectos ya conocidos encontramos fragatas F-100 y F-110, carros de combate Leopardo, modernización de helicópteros Chinook, participación en el FCAS, el vehículo 8x8, el avión de transporte A400M, modernización de cazas Eurofighter, etc.

«La dotación presupuestaria destinada a los programas especiales de modernización, un 72% más respecto a lo presupuestado en 2022, es un estímulo para las empresas que constituyen la base industrial y tecnológica de la defensa», defienden desde el ministerio.

«Son proyectos tan relevantes para la economía y el empleo como, entre otros, el programa EF-2000 en Getafe; el programa A-400M que ha permitido contar con una línea de ensamblaje final en Sevilla; el programa S-80, en Cartagena; el programa BAM-IS en la bahía de Cádiz; los programas asociados F-110, en Ferrol o los programas asociados VCR 8x8, repartido entre Asturias, Sevilla, Guipúzcoa y Madrid», se subraya.

Compromiso con la OTAN

Si obtiene el visto bueno de sus habituales socios (como ERC, PNV y Bildu) o pacta esta partida concreta con el PP, el Presupuesto de Defensa subirá hasta los 12.825 millones de euros lo que situaría la inversión en el 1,2% del PIB en 2023, frente al 1,01% actual. El objetivo de la Cumbre de la OTAN en Madrid (2%) se ve así más cerca.

Con estos equipos y sistemas de armas se pretenden satisfacer las necesidades de la modernización de las Fuerzas Armadas para «alcanzar un estándar operativo que permita responder y afrontar los riesgos y amenazas relativos a la defensa de la soberanía». Además, la explicación de los Presupuestos -cómo no- alude a los compromiso con la UE y la Iniciativa de Capacidades de la OTAN.