La crisis en el PSOE debilita a Sánchez en Europa: «El Gobierno español, sacudido por un caso de corrupción»
La publicación digital 'Político' se hace eco de la fragilidad parlamentaria y los escándalos que cercan al presidente
La prensa internacional se hace eco de la caída de Santos Cerdán y refleja a un Sánchez «asediado por escándalos de corrupción»
'Politico', una de las principales fuentes de información en la galaxia de las instituciones europeas en Bruselas, dedica su portada a llamar la atención sobre la extraordinaria debilidad den la que se encuentra Pedro Sánchez, «rodeado de casos de corrupción». La situación en ... la que ha entrado el último gobierno socialista que queda en el Consejo (exceptuando países pequeños como Dinamarca o diminutos como Malta) empieza a ser motivo de especial preocupación, sobre todo en el Parlamento Europeo donde el margen de maniobra del grupo socialista se ha reducido consecuentemente.
En los últimos días se ha visto a algunos funcionarios de la Comisión acudir hasta a los periodistas españoles en busca de «actualizaciones» sobre la situación en España, ante los ecos que llegan desde Madrid mezclados o incluso camuflados a veces con las noticias de todos los países. La portada de 'Politico' ha debido resolver algunas de esas dudas con el explícito titular que señala que «Los Escándalos de corrupción presionan a Sánchez en España para convocar elecciones anticipadas».
Eso significa que cuando los embajadores de todos los países miembros entren en una de sus reuniones preparatorias, el representante español, el embajador Marcos Alonso, tendrá mucha menos capacidad para negar que la situación del Gobierno al que representa es verdaderamente dramática y que probablemente ya no le van a servir los argumentos vaporosos que ha utilizado hasta ahora para disimularlo.
«Los dirigentes socialistas de las ciudades y regiones españolas quieren que el atribulado presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, convoque elecciones nacionales anticipadas ante los crecientes escándalos de corrupción, a pesar de saber que su partido tiene prácticamente garantizada la derrota»señala el artículo de 'Politico' que termina diciendo que «públicamente, la mayoría de los alcaldes y presidentes regionales del partido apoyan a Sánchez, pero un número creciente teme en privado que ahora sea un lastre y que los escándalos de corrupción socialistas también condenen a los candidatos a nivel municipal y regional. Si el presidente del Gobierno insiste en completar los dos años restantes de su mandato, argumentan, el enfado de los votantes castigará a los socialistas a todos los niveles».
Sánchez tiene en su agenda importantes reuniones internacionales, que en otras circunstancias le habrían servido para desviar la atención. En lo que queda de mes tiene que asistir a la cumbre de la OTAN en La Haya, donde los aliados le van a presionar para que acepte -al menos teóricamente- un incremento sustancial de los gastos militares, para lo que no tiene apoyo de sus socios. Y justo después un Consejo Europeo en el que tendrá enfrente a una mayoría de dirigentes populares. En las dos citas, su principal interés sería pasar desapercibido, a pesar de que es poco probable que lo consiga.
«Aunque Pedro Sánchez ha descartado elecciones anticipadas, su formación se encuentra gravemente debilitada, lo que podría minar la estabilidad del Gobierno porque sus socios de coalición y los demás apoyos parlamentarios están empezando a hacerse preguntas sobre sus relaciones con los socialistas, que están muy lejos de tener una mayoría en solitario» afirma «La Libre Belgique» que es un diario que no ha ocultado nunca sus simpatías editoriales por la izquierda. Sin embargo, su principal titular de la portada de ayer era ya bastante explícito: «El gobierno español, sacudido por un caso de corrupción: «Es curioso que no se haya dado cuenta de nada»». Y seguía con un sumario igualmente revelador: «Fuertes indicios incriminan a dos personas muy cercanas al Primer Ministro Pedro Sánchez».
Naturalmente, todos los gobiernos europeos están informados de la situación en España a través de sus propios embajadores, pero en ocasiones las corrientes de actualidad tardan en llegar a las sedes de las instituciones comunitarias, donde los que manejan los papeles y las carpetas son funcionarios pretendidamente asépticos y de cualquier nacionalidad, es decir, que pueden no estar al tanto de las sutilezas de la vida política en determinada capital.
Cuando una crisis como la que atraviesa llega a traspasar ese batiburrillo de la actualidad periférica y llega a entrar en los pasillos y los despachos del edificio Berlaymont, la sede de la Comisión, o el Edificio Europa, la del Consejo, significa que el asunto ya no se puede ignorar.
Eso significa también que la capacidad del Gobierno de Pedro Sánchez para maniobrar se ha reducido notablemente con las perspectivas políticas negativas en España. Si el ministro de Exteriores José Manuel Albares quisiera -como dijo que haría- volver a poner el tema de las lenguas regionales en la agenda del Consejo de Asuntos Generales del martes que viene, el valor de las promesas que pueda hacer a cualquier país a cambio de su voto se ha reducido al precio de «bono basura».
En todo caso, su argumento de que está salvando a España de ser gobernada por el PP o incluso por Vox no le sirve de mucho en una sala donde la mayoría de los demás son gobiernos populares, cuando no tiene partidos de la órbita más o menos cercana a Vox.
Le queda el recurso de intentar levantar la cabeza por encima de las noticias sobre corrupción en su partido sacando el drama de Oriente Medio y Gaza. Su decisión de reconocer el estado palestino le ha granjeado apoyos importantes en el Consejo, pero no ilimitados. Y desde que empezó el conflicto entre Israel e Irán, la Comisión parece haber encontrado un anclaje para contrarrestar la mala situación en la que está el estado judío en términos de opinión pública europea.
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