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Dar la vida para quitarla: Hildegart, la «obra» imperfecta

Su asesinato conmocionó a toda España. Sin embargo, sus restos acabaron en el osario común porque nadie renovó el alquiler de su sepultura. Triste final para una vida triste

Vídeo: Las claves del crimen
Mari Pau Domínguez

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El crimen de la joven de dieciocho años Hildegart Rodríguez conmocionó a una España convulsionada en aquellos días por la inminente dimisión de Manuel Azaña como presidente del Consejo de Ministros y el juicio al General Sanjurjo, sublevado contra la II República. El Partido ... Federal se encargó del velatorio y corrió con los gastos de su tumba temporal.

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