La Universidad de Valencia recurre la sentencia que le impide romper lazos con Israel

En ese acuerdo, que la Asociación Acción y Comunicación sobre Oriente Medio (ACOM) llevó a los tribunales, la UV también se comprometía a evitar que personal investigador de instituciones israelíes explotaran sus infraestructuras científicas y a reclamar en la Unión Europea que no permita el acceso israelí a la financiación de I+D de programas europeos. De momento, la anulación no entrará en vigor.

Ahora la UV defiende ante el juzgado que no introduce medidas de discriminación por razón de nacionalidad, sino «al hecho de que las universidades israelíes se integran en una estructura estatal que está desarrollando actuaciones abiertamente proscritas por el Derecho Internacional» y «siempre en el marco de una llamada por la paz y el diálogo».

Un acuerdo que se adoptó, sostiene, en el marco de su autonomía universitaria y sin extralimitarse de sus competencias, pues se apoya en la doctrina constitucional que reconoce a las universidades una autonomía reforzada, diferente de las otras Administraciones Públicas, basada en la libertad académica.

Incide en que su pronunciamiento no se puede entender fuera del contexto en le que se produce: «la situación excepcional vivida en Gaza, con una población civil en situación de emergencia y un territorio profundamente afectado por las operaciones militares del ejército israelí». Recalca, asimismo, que no es «aislado», sino que se encuentra «alineado con informes, resoluciones y acciones internacionales» como la ONU, la Corte Penal Internacional o la Corte Internacional de Justicia.

En un comunicado, la institución ha señalado que la rectora, Mavi Mestre, informó el martes al Consejo de Gobierno sobre el recurso judicial y defendió que en este momento «es más evidente que nunca que el genocidio que vive el pueblo palestino es de tal magnitud que la opinión pública mundial pide la acción de la comunidad internacional».

«Es una vulneración de los Derechos Humanos de tal magnitud, que hemos de actuar con las sanciones que se encuentran en nuestras manos. Como lo hicimos con Rusia. Con las universidades rusas sí teníamos convenios de colaboración vigentes, sí teníamos acuerdos de programas de doble titulación, que rompimos, aplicando sanciones, como las que aplicó la comunidad internacional», apuntó Mestre, en referencia a Israel.