Sigue la fiebre por el aceite de oliva: vecinos de Altea recurren al autoconsumo en una almazara municipal

De nuevo, el Ayuntamiento ha puesto las condiciones para explotar esta riqueza hasta en el último árbol con fruto, y anima a todos a aprovechar cantidades pequeñas que tradicionalmente se perdían -ni se recogían, en muchos casos- porque los gastos de molturación y de transporte para acudir a otra localidad no compensaban.

Ahora, no hay mínimo de volumen en la carga para la molienda, con una tarifa única universal de 22 céntimos de euro por kilo, además de que así no hay necesidad de juntar la oliva de varios particulares. Siempre queda el gusto de saber que uno consume el aceite de su propia cosecha, otro aliciente.

Este servicio ha sido posible gracias a la adquisición que el Ayuntamiento de Altea llevó a cabo de los terrenos e instalaciones de la antigua Cooperativa Agrícola, tal como ha explicado el concejal de Agricultura y Medio Ambiente, José Orozco. Previamente, ha habido más de un década de gestiones y un traslado de la almazara a su actual emplazamiento, el año pasado.

«En un principio, está previsto que las instalaciones permanezcan abiertas los meses de octubre y noviembre, pero si la demanda de servicio por parte de los agricultores se extiende más allá de noviembre, se alargará su apertura», se ha comprometido.

«La Almazara Municipal, además de dar servicio a los pequeños productores de aceite, fomenta la recuperación de pequeñas parcelas de olivares de propietarios no profesionales para el autoconsumo, beneficiando así el campo de Altea por lo que animo a todos los agricultores y ciudadanos a utilizar un servicio que no deja de ser suyo»; ha concluido Orozco, quien ha visitado las instalaciones esta semana junto al concejal de Patrimonio, Rafael Ramón Mompó.

Por su parte, Mompó ha resaltado la importancia que tiene para el municipio la adquisición de las instalaciones y los terrenos de la antigua cooperativa, «ya que no sólo supone un aumento del patrimonio municipal, sino que permite mantener y recuperar patrimonio cultural, económico y social del municipio, como por ejemplo el poder hacer aceite de tus propios olivos; que es el caso que ahora nos ocupa».