El PSOE pide construir un trasvase de riego y casas en Castilla-La Mancha por su «imperiosa necesidad» mientras exige cerrar el Tajo-Segura
Unanimidad de todos los grupos políticos en el Parlamento autonómico para conectar dos embalses al tiempo que niegan el agua al sureste peninsular
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Conducción del trasvase Tajo-Segura en Orihuela.
El PSOE de Castilla-La Mancha ha encontrado apoyo del PP y Vox para pedir al Gobierno central la construcción de una nueva conexión entre dos embalses para realizar trasvases destinados a regadío, a nuevas viviendas y al desarrollo industrial y ... económico en su territorio. Mientras, no ha variado su postura firme y declarada de «cerrar» el Tajo-Segura, por boca de su presidente, Emiliano García-Page.
A diferencia del discurso sobre la voracidad hídrica de los agricultores de Alicante, Murcia y Almería para mantener su actividad económica floreciente desde hace cuatro décadas gracias al acueducto, ahora en el Parlamento autonómico castellano-manchego se habla claramente de «imperiosa necesidad» para la conexión de los embalses de Alcorlo y Beleña, según Francisco José Barato (PSOE).
Y no se trata de abastecimiento exclusivamente doméstico, en los hogares, sino de un uso para fines urbanísticos e industriales. El acuerdo de los tres grupos políticos con representación (socialistas, populares y Vox) resulta «fundamental para el desarrollo socioeconómico de la provincia de Guadalajara», además de «defender los intereses hídricos de Castilla-La Mancha», según la consejera de Desarrollo Sostenible, Mercedes Gómez.
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Es más, esta dirigente del equipo de Gobierno de Page rechaza que se trate de un «trasvase», por tratarse de «una conexión interna» con los beneficiarios en esta misma provincia. Con esta lógica, la afirmación de Page de que en el Tajo «agua para beber, sí, para regar, si sobra, y no sobra» deja la puerta abierta a que no haya excedentes nunca, si se reparte y distribuye sin salir de la cuenca cedente con esa intención.
Esta conexión reclamada ahora al Ejecutivo de Pedro Sánchez puede tener un coste de 31,5 millones de euros, según los cálculos del diseño del proyecto, y se someterá a la preceptiva evaluación de impacto ambiental.
Mientras tanto, los embalses que abastecen el Tajo-Segura -Entrepeñas y Buendía- se mantienen en niveles inéditos en casi dos décadas, con 1.163 hectómetros cúbicos, casi el triple del umbral mínimo para trasvases, elevado en su día de 240 a 400 hm3. Al mismo tiempo, los agricultores que dependen de estas transferencias llevan meses con restricciones por la sequía en situación de alerta excepcional, una escasez que se ha extendido a la mayoría de demarcaciones también del Júcar, hacia el norte, incluso en zonas ajenas a esta actividad, como Benidorm, donde se han registrado las precipitaciones más bajas en 50 años.
Los regantes del sureste peninsular y los Gobierno autonómicos de la Comunidad Valenciana, Murcia, Andalucía y ahora también Madrid han formado una alianza reivindicativa del reparto del agua y contra los recortes programados por el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico a partir de 2027, con la elevación de los caudales ecológicos.
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