El temporal que azotó a Baleares el pasado fin de semana dejó huella en los pasajeros de un vuelo procedente de Alicante con destino Palma, que ni imaginaban que volverían a aterrizar en el aeropuerto de salida tras dos horas volando.
Al retraso inicial por las condiciones meteorológicas, se sumó un despegue «raro», aunque nada que ver con lo que estaba por venir. Las fuertes turbulencias provocadas por la tormenta que azotaba Mallorca en pleno mes de agosto desataron el caos y convirtieron la cabina en «una montaña rusa».
«El avión ha empezado a caer. La gente y los niños gritando, vomitando, yo no he podido evitar ponerme a llorar. No sé cuánto ha podido durar ese momento, pero ha sido eterno», señala Estela, cuyas imágenes dan cuenta de lo sucedido.
No hubo ningún tipo de comunicación hasta que el piloto consiguió estabilizar la aeronave y explicó el «lógico motivo» de su silencio: «Vientos cruzados de más de 130 kilómetros por hora».
«Hemos intentado aterrizar y no hemos podido. Dos vueltas por toda la isla y era imposible bajar. De repente, hemos dejado de ver la isla y hemos empezado a subir. El piloto ha decidido que la mejor opción era regresar a Alicante», indicó tras lo ocurrido. Después de despegar a las 10.30h, y pese a que el trayecto dura alrededor de una hora, los pasajeros volvieron a pisar tierra a las 12:36h.
«Hoy he vuelto a nacer. Ojalá el piloto del avión lea esto: Gracias, gracias por lo que has hecho hoy, no tenías que habernos pedido perdón, los minutos se hacían eternos, pero al final ha sido un susto. Ha sido la primera vez en mi vida que se me ha pasado por la cabeza pensar que hasta aquí he llegado», confesaba a sus seguidores en la popular red social.
Su relato ha tenido tal repercusión nacional e internacional que el piloto del avión se ha puesto en contacto con ella.
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