al punto
Silencio feminista para con María Gámez
«Las ministras y demás grupos del hetero-homomatriarcado, tan dadas ellas a levantar la voz por cualquier nimiedad, permanecen calladas»
Yolanda Díaz ¿cacatúa?
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Iniciar sesiónLe preguntaban en el evangelio del pasado domingo los judíos a Jesús por el ciego al que le había salvado de su ceguera. «¿Pecó él o pecaron sus padres?».
María Gámez Gámez, o sea, Gámez al cuadrado, había acumulado tal retahíla de pecados de ... gestión como directora general de la Guardia Civil, que hace muchos meses, cuando no años, que debió haber sido destituida del cargo, si es que alguna vez tuvo méritos y conocimientos para haber sido nombrada.
Pero no, pese el modo tan canalla como actuó destituyendo al coronel Diego Pérez de los Cobos (Gandia, 1963). O los cambios en la cúpula de la Benemérita, sin tener en cuenta sus usos y costumbres en lo que a ascensos se refiere. Por más que ha tratado de entorpecer la investigación e instrucción judicial de los líos y corruptelas detectados en la conjunción astral Tito Berni- Mediador- general Espinosa- Angel Ramón (el constructor canario reformador de cuarteles), por ninguna de esas acciones u omisiones se destituyó a María Gámez.
Y ha tenido que caer justo en el momento en que su marido es investigado, por un chanchullo más de los muchos habidos en Andalucía en la etapa socialista de los Chaves, Griñán y demás mandamases de los Eres. Por haber recibido de manera indirecta fondos de la Junta de Andalucía entre 2009 y 2011 a través de una sociedad de un hermano suyo.
De los líos de faldas, que haberlos haylos y bien estruendosos en el caso de Tito Berni, se ha pasado al lío de los pantalones. ¿Que ella pueda ser beneficiaria a titulo lucrativo de las trapisondas de su marido, Juan Carlos Martínez? Se tendrá que determinar en el momento procesal oportuno, pero no nunca debería ser antes por aquello de la presunción de inocencia, cada vez más pisoteada.
Lo que sorprende es que una mujer pague el pato por el presunto pecado de su cónyuge. Y que el Gobierno más feminista de la historia y del mundo mundial propicie esa salida con el silencio cómplice de las ministras y demás grupos feministas del hetero/homomatriarcado. Ellas, tan dadas a levantar la voz por cualquier nimiedad, permanecen calladas.
¿Pecó el marido o ella para tener que dejar la dirección general de la Guardia Civil? Sublime momento para poder escuchar en silencio la reflexión ad hoc del feminismo más feminista.
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