Píldoras de educación
Los peligros invisibles de la juventud
«España es el mayor consumidor mundial de diazepam. ¿Qué más pistas necesitamos para comprender que la salud mental de los jóvenes está fallando?»
Los problemas de salud mental impactan en los jóvenes, con los 26 años como media de edad de inicio de los trastornos
Francesc Nogales
Cada día se producen 7 agresiones sexuales en España cuyo agresor es menor de edad. En el último año han aumentado de forma drástica los intentos de suicidio entre jóvenes. España es el mayor consumidor mundial de diazepam. ¿Qué más pistas necesitamos para comprender que ... la salud mental de los jóvenes está fallando?
Queremos encontrar un culpable, una causa única, pero sabemos que este problema tiene muchas aristas, tantas que es difícil saber qué camino coger. ¿El problema son las redes sociales y el mal uso de Internet? No, pero es una de las aristas. Sabemos que los adultos no suelen controlar lo que hacen online, que posiblemente tampoco se hayan sentado a explicarles lo que es correcto o no a nivel digital. ¿El problema es que la escuela no enseña el uso responsable de Internet? Tampoco, los docentes hacen lo que pueden y la realidad es que la mayoría de escuelas siguen siendo analógicas, con ciertos momentos puntuales de digitalización durante la semana.
Hace unos meses muchos ponían el grito en el cielo por trabajar la educación sexual en las aulas, por determinados párrafos en la LOMLOE invitando a abordar esa educación desde las escuelas. Ahora parece que no es tan descabellado. ¿Por qué menores de edad violan a niñas? ¿Por qué incluso algunos lo hacen en grupo? Más allá del discurso de cosificación de la mujer hay un hecho real, parece que la formación en sexualidad no es efectiva en algunos casos. Los jóvenes no entienden que pornografía y realidad no son caminos paralelos, y tampoco entienden que el respeto a la persona es incompatible con ese tipo de contenidos. ¿Quién explica esto a los jóvenes? Tal y como están las cosas muchos docentes se sienten inseguros en esos temas por temor a ser demandados por alguna familia, la cual tampoco se ocupa de enseñar esas cosas a sus hijos.
Vivimos en una sociedad líquida en la que todo cambia con rapidez, las anclas que sujetan a las personas unidas a los valores sociales son ahora lazos frágiles y relativos. El tiempo de las palabras ya no es suficiente porque Internet y sus mil imágenes son un contrapeso demasiado gordo a nuestras 366 palabras. Es el momento de las vivencias, el momento de que una visita de los jóvenes a Proyecto Hombre, o vivenciar una visita a un centro de menores... Es el momento de contrastar con la realidad. ¿Puede una familia llevar a su hijo a conocer lo que es un comedor social? En la era de la información parece que se nos olvidó informar de las consecuencias de los actos, y esas consecuencias siempre llegan.
Es importante que los jóvenes sepan que la pornografía no es la vida real, es importante que sepan que forzar a una persona implica cárcel o ir a un centro de menores. Hay quien, queriendo comerse el mundo, acaba devorado por sus propios errores. Creen que la vida es como robar un chicle y salir impune, pero desconocen que en la siguiente puede que acabes hablando con los agentes de la ley, y no en una conversación amistosa, y quien habla de robos habla de ciberbullying, de consumo de pornografía, de alcohol, de drogas, de sexo sin consentimiento… y habla de sus consecuencias como asistencia a un centro de día, internamiento (de régimen abierto o cerrado), de asistencia a centros de tratamiento, de libertad vigilada y esas cosas que a menudo no se les suele contar ni con estas 575 palabras.
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